Boca visita a Belgrano con la presión de ganar y sostener el ciclo de Gago

Boca Juniors encara un partido que podría marcar un antes y un después en este agitado comienzo de 2025. Este sábado, el equipo de Fernando Gago visitará a Belgrano en Córdoba, por la cuarta fecha del Torneo Apertura, con la necesidad imperiosa de ganar no solo para no perderle pisada a los de arriba, sino también para mantener viva la confianza en un proyecto que ya muestra signos de desgaste.

La eliminación temprana en la Copa Libertadores —ni siquiera pudo superar la fase 2— fue un golpe durísimo para un club cuya obsesión sigue siendo levantar nuevamente el trofeo continental. Ese fracaso continental caló hondo. En el cuerpo técnico, en los dirigentes y sobre todo en los hinchas, que arrancaron el año con ilusión y ahora miran con desconfianza cada decisión del DT. Gago lo sabe: en este momento, no le queda otra que pelear con todo en el frente local. Cada partido, cada punto, cada actuación puede inclinar la balanza a favor o en contra de su continuidad.

Con ese marco de tensión y urgencia, Boca se presenta ante Belgrano con una formación que mantiene una estructura reconocible, pero también algunas incógnitas. La gran duda pasa por el ataque: si repetir el doble nueve con Cavani y Merentiel, o modificar el esquema y dejar al uruguayo como único referente ofensivo, acompañado por la velocidad de Exequiel Zeballos y la visión de Kevin Zenón. Gago lo viene evaluando en las últimas prácticas, y aunque aún no lo confirmó, la decisión dependerá de cómo quiera plantarse Boca en Córdoba: si busca dominar desde el juego o apretar arriba con más presencia en el área.

Lo que sí está claro es que Agustín Marchesín será el arquero, respaldado por una defensa que integran Lucas Blondel, Rodrigo Battaglia —reconvertido como zaguero—, el capitán Marcos Rojo y Lautaro Blanco. En la mitad de la cancha, el equilibrio lo aportan Tomás Belmonte y Milton Delgado, mientras que Carlos Palacios suma frescura y despliegue por las bandas.

Se viene una parada brava. Belgrano en su cancha suele ser un rival incómodo, con una hinchada que presiona y un equipo que no regala nada. Para Boca, no hay margen de error. No solo porque necesita puntos, sino porque la estabilidad de su proyecto técnico está atada, hoy más que nunca, al resultado del sábado. Gago se juega mucho. Tal vez demasiado.