Cornejo entre los 8 peores gobernadores del país

Con un 42,2% de imagen positiva y una imagen negativa que supera el 55%, el mandatario radical se ubica en el puesto 17 sobre un total de 24 gobernadores relevados. En otras palabras: Cornejo es uno de los 8 gobernadores peor valorados de la Argentina, según la percepción de la ciudadanía.

El ranking completo: los últimos puestos
Los gobernadores con peor imagen en agosto fueron:

Ricardo Quintela (La Rioja) – 36,9% positiva

Axel Kicillof (Buenos Aires) – 38,7% positiva

Gildo Insfrán (Formosa) – 39,6% positiva

Gustavo Sáenz (Salta) – 40,1% positiva

Raúl Jalil (Catamarca) – 41,2% positiva

Ricardo Quintela (La Rioja)

Sergio Ziliotto (La Pampa)

Alfredo Cornejo (Mendoza) – 42,2% positiva

Lo llamativo es que Cornejo comparte ese lote de baja aprobación con referentes del peronismo tradicional como Kicillof e Insfrán, con quienes históricamente mantuvo fuertes diferencias ideológicas y políticas.

¿Qué está pasando en Mendoza?
La presencia de Cornejo en este grupo llama la atención porque Mendoza ha sido presentada durante años como un “modelo de gestión” dentro del radicalismo y Juntos por el Cambio. Sin embargo, los datos de CB reflejan un creciente malestar ciudadano, que podría estar vinculado al deterioro de los servicios públicos, los aumentos tarifarios, la situación de la salud, y una percepción general de falta de respuestas concretas frente a las demandas sociales.

En comparación, Insfrán, uno de los gobernadores con más tiempo en el poder, ha sido históricamente criticado por su estilo personalista y su férreo control político. Y sin embargo, saca apenas 2,6 puntos menos que Cornejo. Algo similar ocurre con Kicillof, uno de los blancos favoritos del cornejismo, cuya imagen negativa es casi pareja a la del gobernador mendocino.

¿Un mensaje para la política?
Los resultados de esta encuesta nacional ponen en evidencia que la mala imagen no distingue colores políticos, pero también que los discursos no alcanzan si no se traducen en una mejora concreta de la calidad de vida.

Mendoza, que alguna vez lideró los rankings de gestión, hoy aparece en el pelotón del fondo. Y eso tiene una sola explicación: los ciudadanos están dejando de creer en los relatos y están empezando a mirar la realidad.