El Gobierno de Milei rescinde todos los contratos de mantenimiento de rutas nacionales

En una decisión que ha generado preocupación en diversos sectores, el Gobierno de Javier Milei ha ordenado la rescisión de todos los contratos de mantenimiento de las rutas nacionales gestionadas por Vialidad Nacional. La medida afecta a una amplia gama de trabajos esenciales, como la conservación de banquinas, el mantenimiento de la iluminación, y el desmalezado de las rutas. Aunque esta resolución se justifica en el contexto de "restricciones presupuestarias", su impacto en la infraestructura vial del país podría ser profundo.

La orden fue formalizada por Marcelo Campoy, actual titular de Vialidad Nacional, quien explicó que las dificultades económicas del país han obligado a tomar decisiones drásticas. En una comunicación interna, Campoy señaló que no existen los recursos suficientes para cumplir con los compromisos adquiridos con las empresas encargadas del mantenimiento de las rutas. Como consecuencia, se procedió a rescindir los contratos vigentes bajo distintas modalidades, que incluyen tanto la terminación de obra como la finalización de contratos de mutuo acuerdo. La resolución abarca tanto obras en ejecución como aquellos contratos de mantenimiento rutinario.

La medida no ha pasado desapercibida, generando alarma en provincias donde la red vial está en condiciones críticas. El caso de Santa Fe, una de las provincias con mayor peso en el transporte de carga hacia los puertos, es especialmente preocupante. A pesar de las dificultades, muchos funcionarios locales sostienen que la situación no debería desembocar en un desmantelamiento del sistema de mantenimiento vial, especialmente considerando las condiciones deterioradas de las rutas.

Por otro lado, los sindicatos de trabajadores viales también han alzado su voz en rechazo a la medida. El Sindicato de Trabajadores Viales y Afines (STVyARA) convocó a una movilización nacional para la próxima semana. La organización denuncia que, más allá de las restricciones presupuestarias, la decisión del gobierno busca reducir la infraestructura de Vialidad Nacional, lo cual podría poner en riesgo la seguridad vial del país.

Expertos en seguridad vial han expresado su preocupación por los efectos de la rescisión de estos contratos sobre la seguridad de las rutas. La falta de mantenimiento preventivo y correctivo de las rutas podría conducir a un rápido deterioro de la infraestructura, lo que aumentaría significativamente el riesgo de accidentes. En un contexto donde muchas de las rutas ya se encuentran en mal estado, los especialistas advierten que la medida podría agravar aún más las condiciones de transitabilidad.

Ante el panorama de ajuste económico que atraviesa el país, las autoridades nacionales deberán encontrar soluciones que no solo tengan en cuenta las restricciones presupuestarias, sino también la necesidad de mantener en buen estado la infraestructura vial, esencial para el transporte de bienes y la seguridad de los ciudadanos. En este sentido, la colaboración entre el Gobierno nacional, las provincias y los sindicatos de trabajadores viales será crucial para evitar que esta decisión termine perjudicando a la red vial y, en consecuencia, a los ciudadanos que dependen de ella diariamente.

La medida del Gobierno de Milei de rescindir los contratos de mantenimiento de rutas refleja la complejidad de gestionar la infraestructura pública en un contexto económico delicado, donde los recursos disponibles son limitados. Sin embargo, será necesario encontrar un equilibrio entre el ajuste fiscal y la garantía de condiciones de seguridad en las rutas nacionales, clave para el desarrollo económico y la protección de la vida de quienes transitan por ellas.