River empató con Barcelona en el Monumental y dejó escapar una gran chance

    El equipo de Marcelo Gallardo igualó 0 a 0 ante Barcelona de Ecuador por la segunda fecha de la Copa Libertadores. Fue ampliamente superior, generó múltiples ocasiones y hasta falló un penal, pero la falta de eficacia lo dejó con un sabor amargo en una noche donde mereció mucho más.

    Deportes08/04/2025 Expreso Memdoza

    En el Monumental colmado y con una expectativa acorde a una noche copera, River Plate dejó escapar una gran oportunidad. Empató 0 a 0 frente a Barcelona de Ecuador, por la segunda fecha del Grupo B de la Copa Libertadores, en un partido que dominó de punta a punta pero que no logró traducir en el resultado. La falta de eficacia fue la gran protagonista de una noche frustrante.

    Desde el pitazo inicial, River mostró una clara intención de ser protagonista. Presión alta, juego por las bandas, movilidad en ataque y un mediocampo que impuso condiciones desde el orden y la intensidad. A los pocos minutos, la chance de abrir el marcador fue clarísima: penal para el local y Sebastián Driussi parado frente al arquero. Pero Javier Burrai adivinó la intención y contuvo el remate. Esa jugada, apenas comenzado el encuentro, marcó un anticipo de lo que vendría.

    El equipo de Marcelo Gallardo insistió por todos los caminos posibles. Sant’Anna y Enzo Díaz fueron constantes amenazas por las bandas, Enzo Pérez manejó los hilos con claridad, y hasta hubo momentos de vértigo y buenas combinaciones cerca del área rival. Sin embargo, River chocó una y otra vez con sus propias limitaciones en la definición. Miguel Borja, activo pero errático, terminó recibiendo un fuerte reto de Enzo Pérez luego de una jugada que podría haber sido gol. Fue una postal del fastidio generalizado.

    Barcelona, lejos de inquietar, apostó todo al orden defensivo. Se replegó con criterio, cerró espacios y buscó resistir. Apenas logró cruzar mitad de cancha con peligro en un par de oportunidades, pero nunca exigió seriamente a Franco Armani. Lo suyo fue aguantar, y lo hizo bien.

    Gallardo movió el banco con el ingreso de Colidio, Solari y Echeverri, en un intento por romper el cerrojo ecuatoriano. Pero ni el talento joven ni las piernas frescas cambiaron el destino de un partido que parecía condenado al empate desde aquella atajada de Burrai.

    River se fue masticando bronca. Porque hizo casi todo bien, pero no alcanzó. Porque fue ampliamente superior, pero sin gol no hay recompensa. Porque sabe que en la Copa Libertadores estos puntos perdidos, aunque parezcan menores, pueden pesar mucho más adelante.

    Con cuatro unidades en dos partidos, el equipo sigue bien posicionado, pero el margen de error se achica. El próximo paso será en Paraguay, ante Libertad, y ahí sí no habrá lugar para las excusas. River tendrá que afinar la puntería y recuperar esa eficacia que anoche, inexplicablemente, le dio la espalda.

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