Era empleado de ATM, de 55 años y estaba bajo tratamiento psiquiátrico

    Un hombre de 55 años, empleado de la Administración Tributaria Mendoza (ATM) y bajo tratamiento psiquiátrico, se arrojó al vacío desde el octavo piso de la Casa de Gobierno este viernes por la mañana. El trágico hecho conmocionó al personal y generó un fuerte operativo policial en el lugar. Las autoridades investigan las circunstancias que rodearon el suceso.

    Provinciales11/04/2025 Expreso Mendoza

    Una mañana trágica sacudió el corazón institucional de Mendoza. Este viernes, poco después de las ocho, un hombre de 55 años se quitó la vida arrojándose desde el octavo piso de la Casa de Gobierno, en pleno centro de la ciudad. Era empleado de la Administración Tributaria Mendoza (ATM), y como cada jornada, había comenzado su día en su lugar de trabajo.

    Según relataron fuentes oficiales y testigos del hecho, el hombre llegó como todos los días y, tras cumplir con algunas tareas, pidió permiso para realizar un trámite. Nadie imaginó que esa excusa escondía un desenlace tan doloroso. Se dirigió hasta el octavo piso del edificio, ingresó a una dependencia y pidió una silla. Con una tranquilidad que sólo puede esconder una tormenta interior, la usó para alcanzar una ventana y, sin mediar palabra, se arrojó al vacío.

    El cuerpo cayó sobre la calle interna del costado sur de la Casa de Gobierno, justo frente a una de las entradas más transitadas por empleados públicos y funcionarios. El estruendo del impacto y los gritos de quienes presenciaron la escena rompieron la calma habitual del edificio. Choferes, personal de seguridad y otros trabajadores quedaron conmocionados, sin poder dar crédito a lo que acababa de ocurrir.

    A los pocos minutos, la Policía Científica llegó al lugar para comenzar con las pericias. También se hizo presente la fiscal de Homicidios, Claudia Ríos, quien tomó intervención en el caso. Mientras tanto, las puertas de la Casa de Gobierno comenzaron a cerrarse parcialmente, y un silencio denso se apoderó del ambiente.

    Más tarde, se supo que el hombre estaba bajo tratamiento psiquiátrico. Sin embargo, algunos compañeros de trabajo declararon desconocer esta situación, lo que da cuenta de una de las aristas más dolorosas de esta historia: la soledad que a menudo envuelve a quienes atraviesan un sufrimiento emocional profundo.

    El hecho no sólo deja una estela de dolor en su entorno familiar y laboral, sino que también pone sobre la mesa una discusión urgente: la necesidad de abordar la salud mental en los ámbitos de trabajo con mayor seriedad. El Estado, como empleador, y la sociedad en su conjunto, deben generar entornos donde se escuche, se contenga y se actúe a tiempo.

    Hoy, la Casa de Gobierno no fue solo el escenario de decisiones políticas o administrativas. Fue, tristemente, el lugar donde una vida se apagó frente a todos, sin aviso, pero con una claridad dolorosa: necesitamos hablar de salud mental sin tabúes, y hacerlo ya.

    Si vos o alguien cercano está atravesando una situación difícil, recordá que no estás solo. Podés comunicarte con el Centro de Asistencia al Suicida al 135 (línea gratuita desde Capital y Gran Buenos Aires) o al 0800 345 1435 desde cualquier punto del país. Hablar puede salvar una vida.

    Foto Sitio Andino 

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