Mendoza refuerza la asistencia social ante la ola de frío y el aumento de personas en situación de calle

    Las bajas temperaturas de esta semana obligaron a intensificar los operativos sociales en toda el Área Metropolitana. El Gobierno provincial, junto a municipios y organizaciones civiles, despliega acciones de asistencia integral para personas en situación de calle, con refugios habilitados, atención nocturna y acompañamiento social.

    28/05/2025 Expreso Mendoza
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    Con la llegada de una ola polar que desplomó los termómetros en Mendoza, el frío no sólo se hace sentir en los hogares, sino también en las calles, donde muchas personas enfrentan la crudeza del invierno sin un techo que las resguarde. Frente a esta situación, el Gobierno provincial intensificó los operativos sociales para asistir a quienes se encuentran en situación de calle, en una red de trabajo que se extiende también a los municipios y organizaciones civiles.

    Desde la Dirección de Contingencia Social, su titular Priscila Segura explicó que el abordaje que se realiza es “integral y permanente”, con presencia en las calles tanto de día como de noche. Equipos interdisciplinarios recorren distintas zonas urbanas, ofreciendo contención, traslados a refugios y ayuda personalizada, en coordinación con municipios como Ciudad y Guaymallén.

    En la Capital provincial, la Subsecretaría de Inclusión y Desarrollo Humano informó que en lo que va del 2025 ya han intervenido en 115 casos. Según precisó Ana Urrutia, sólo 31 de esas personas son oriundas de la Ciudad. “Esto implica un trabajo constante de articulación con otras comunas, provincias o incluso países de origen, en el caso de personas migrantes”, detalló.

    Los refugios disponibles en esta etapa de emergencia se encuentran distribuidos estratégicamente. En Las Heras, el espacio para hombres funciona en Dorrego 361. En la Ciudad de Mendoza, Remar ofrece un lugar para mujeres con niños en José Federico Moreno 2246. En Guaymallén, los operativos se apoyan en dos puntos clave: el Refugio Don Anselmo, ubicado en Olascoaga 390, y el Centro Integrador Puentes, en Allayme 852.

    Todos estos espacios no solo brindan abrigo y comida caliente. También se convierten en un primer paso para una posible reinserción social, en aquellos casos en que las personas aceptan continuar con un acompañamiento más prolongado. Pero la asistencia no es obligatoria. Como remarcan desde los equipos técnicos, no se puede forzar a nadie a ingresar a un refugio: el respeto por la voluntad y la dignidad de las personas es parte esencial del enfoque.

    El trabajo estatal no está solo. Fundaciones y organizaciones civiles también aportan desde su experiencia y compromiso. La Fundación Puente Vincular, por ejemplo, realiza todos los domingos cenas solidarias en espacios públicos de la Ciudad, compartiendo alimentos, abrigo y conversación con quienes viven en las calles. Más allá de la comida, buscan generar vínculos, escuchar historias, ofrecer contención emocional y, cuando es posible, acompañar procesos de cambio.

    La problemática, sin embargo, es profunda y estructural. Estimaciones del Arzobispado de Mendoza hablan de entre 400 y 500 personas sin hogar en el Gran Mendoza. Los especialistas coinciden en que se necesita un plan integral, sostenido en el tiempo, con políticas públicas que aborden las causas de fondo: pobreza, desempleo, problemas de salud mental, adicciones y rupturas familiares. Algunas de las propuestas que están sobre la mesa incluyen subsidios habitacionales, programas de inserción laboral y la creación de un registro unificado de personas en situación de calle.

    Mientras el frío arrecia, la urgencia de brindar respuestas concretas se hace cada vez más evidente. No se trata sólo de poner un techo por unas noches, sino de construir caminos que permitan recuperar la dignidad, la estabilidad y el derecho a una vida mejor. En Mendoza, los esfuerzos se multiplican. Pero el desafío es grande, y todavía queda mucho por hacer.

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