ADEPA repudió las agresiones a periodistas durante los incidentes en el Congreso

La Asociación de Entidades Periodísticas Argentinas (ADEPA) manifestó su enérgico repudio ante los ataques sufridos por periodistas que cubrían la protesta de jubilados frente al Congreso Nacional el pasado 12 de marzo. Durante la jornada, que derivó en disturbios y enfrentamientos con las fuerzas de seguridad, cronistas de los canales TN y La Nación Más fueron agredidos por manifestantes, mientras que un fotógrafo independiente resultó gravemente herido.

El periodista Manuel Jove, de TN, se encontraba realizando una transmisión en vivo cuando fue rodeado por un grupo de manifestantes que lo insultaron y le arrojaron líquidos, impidiéndole trabajar con normalidad. La hostilidad fue en aumento hasta el punto en que el equipo del canal debió retirarse del lugar bajo la protección de agentes policiales.

Ramiro Fornataro, de La Nación Más, también fue blanco de agresiones verbales y físicas mientras intentaba reportar en directo. Según testigos, fue empujado y hostigado por manifestantes que rechazaban la presencia de medios de comunicación en la protesta.

La manifestación, convocada originalmente por organizaciones de jubilados para reclamar por la actualización de haberes, fue escalando en tensión con la presencia de sectores políticos y grupos de barrabravas. Lo que comenzó como una movilización pacífica terminó en enfrentamientos con la policía, destrozos en la vía pública y la intervención de la infantería con gases lacrimógenos.

El fotógrafo Pablo Grillo, quien cubría los hechos de manera independiente, fue impactado en la cabeza por una cápsula de gas lacrimógeno y tuvo que ser trasladado de urgencia a un hospital. Su estado es reservado.

Ante estos episodios, ADEPA emitió un comunicado expresando su "más absoluto repudio" a las agresiones contra los trabajadores de prensa y advirtiendo que este tipo de hechos "atentan directamente contra la libertad de expresión y el derecho de la ciudadanía a estar informada".

La entidad llamó a las autoridades a investigar los incidentes y garantizar la seguridad de los periodistas en la cobertura de eventos públicos. Además, advirtió sobre la creciente hostilidad hacia los medios de comunicación en el contexto actual y exigió el cese de discursos que fomenten la violencia contra la prensa.

El ataque a periodistas en coberturas callejeras no es un hecho aislado. En los últimos meses, se ha registrado un aumento en los episodios de hostigamiento hacia comunicadores, tanto en manifestaciones como en redes sociales, donde las campañas de descrédito se han vuelto moneda corriente.

"La violencia contra la prensa no solo pone en riesgo la integridad física de los periodistas, sino que además busca intimidar y silenciar voces críticas, lo que afecta el normal funcionamiento de la democracia", concluyó ADEPA en su comunicado.

El derecho a la información y el respeto por la labor periodística son pilares fundamentales de una sociedad democrática. La agresión a un periodista no solo es un ataque a una persona, sino también un atentado contra el derecho de todos los ciudadanos a conocer la realidad sin filtros ni censuras.