Cambios en el consumo argentino reflejan una adaptación a la crisis económica

    Los argentinos experimentaron un marcado contraste en sus hábitos de consumo. Mientras que la compra de productos esenciales continuó su descenso, acumulando 15 meses consecutivos de caída, sectores como los bienes durables y el turismo al exterior mostraron señales de recuperación, impulsados por la estabilidad del dólar y la vuelta de las cuotas.

    Nacionales17/03/2025 Expreso Mendoza

    Los cambios en el consumo en Argentina marcaron un contraste significativo entre los productos esenciales y los bienes durables, reflejando una clara adaptación de los consumidores a las condiciones económicas del país. Este fue el 15° mes consecutivo de caída en las compras de productos esenciales, una tendencia que no parece ceder, mientras que las ventas de electrodomésticos, autos y turismo al exterior mostraron un crecimiento inesperado, respaldado por una combinación de estabilidad cambiaria y la vuelta de las cuotas.

    Según los últimos datos de la consultora Scentia, el consumo de productos esenciales experimentó una baja generalizada en febrero, con una disminución del 9,8% interanual. Este retroceso fue notorio en categorías como bebidas sin alcohol, que cayeron un 18,8%, o productos de higiene, que se redujeron en un 8%. La causa principal de esta caída radica en el constante aumento de la canasta básica, especialmente en carnes y productos derivados, lo que ha llevado a muchos consumidores a ajustar sus compras.

    La falta de poder adquisitivo sigue siendo un factor determinante para que muchos hogares prioricen la compra de lo estrictamente necesario, buscando aprovechar descuentos y ofertas. Esto ha generado un clima de incertidumbre en muchos comercios locales, que ven cómo la demanda se ve cada vez más afectada por la inflación y la falta de certezas económicas.

    Sin embargo, no todo es negativo. Mientras los productos de consumo masivo siguen en descenso, algunos sectores han experimentado un notable aumento. Los bienes durables, como electrodomésticos y autos, mostraron un crecimiento, favorecidos por la estabilidad del dólar y el regreso de las cuotas en las compras. Los consumidores, ante la posibilidad de pagar en plazos más accesibles, no dudaron en adquirir productos de mayor valor, como televisores, celulares y computadoras.

    Este repunte también se ha extendido al turismo, especialmente al exterior. Con un tipo de cambio más estable y las facilidades para acceder a financiación, muchos argentinos decidieron aprovechar la oportunidad para viajar fuera del país, marcando una recuperación en el sector de los viajes internacionales.

    A pesar de este contraste en los patrones de consumo, la economía argentina sigue enfrentando grandes desafíos. La inflación continúa siendo un problema central, con un aumento acumulado del 4,7% en los dos primeros meses de 2025 y un salto interanual del 66,9%. Este escenario dificulta el poder adquisitivo de gran parte de la población, pero también ha generado una división entre los consumidores: por un lado, aquellos que se ven forzados a reducir al máximo sus compras de productos básicos, y por otro, aquellos que, con la reactivación de cuotas y la estabilización del dólar, se lanzan a adquirir bienes durables y aprovechar oportunidades de consumo más elevado.

    La economía argentina, por tanto, sigue en un punto de inflexión, en el que los consumidores ajustan sus hábitos de acuerdo con lo que les permite su poder adquisitivo, pero también con las oportunidades que les brinda el contexto económico. La polarización del consumo parece ser una de las principales características de este 2025, con una búsqueda de equilibrio entre lo esencial y lo aspiracional.

    El cambio en los hábitos de consumo de los argentinos refleja una adaptación constante a las circunstancias del país. Mientras algunos sectores sufren la presión de la inflación y la caída del consumo masivo, otros, como el de los bienes durables y el turismo, parecen encontrar un respiro. A medida que se avanza en 2025, será crucial observar cómo estos cambios se consolidan y cómo el contexto económico, especialmente la inflación y la disponibilidad de crédito, continúa moldeando las decisiones de compra de los argentinos.

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