Franco Colapinto dio sus primeros pasos en Mónaco y cerró la práctica 19º entre los mejores del mundo

Franco Colapinto cumplió este jueves uno de esos sueños que todo piloto alguna vez imagina: girar en el Gran Premio de Mónaco. En el trazado más emblemático y desafiante del calendario de la Fórmula 1, el joven argentino comenzó su adaptación a las calles angostas de Montecarlo en la primera práctica libre, con un rendimiento que fue de menor a mayor y lo dejó en el puesto 19.

La jornada fue intensa desde el arranque. Apenas comenzada la sesión, un toque entre Charles Leclerc y Lance Stroll obligó a detener todo con bandera roja. Fue apenas una muestra de lo traicionero que puede ser este circuito. Cuando se reanudó la actividad, Colapinto, al mando del Alpine, se concentró más en recolectar datos que en buscar un tiempo veloz. Probó con neumáticos duros, trabajó en ritmo de carrera y sobre todo intentó dominar un auto que llegó a Mónaco con varias modificaciones, especialmente en la suspensión delantera y el alerón trasero.

Con el paso de los minutos, el argentino empezó a soltarse. Su primer tiempo serio fue de 1'15"683, lejos del resto, pero luego bajó hasta 1'14"250. Durante algunos momentos logró ubicarse por delante de pilotos como Esteban Ocon, Gabriel Bortoleto y el propio Stroll. Sin embargo, sobre el final de la práctica, Liam Lawson y Bortoleto mejoraron y relegaron al argentino a la 19ª posición. Su compañero de equipo, Pierre Gasly, terminó 8º, confirmando que el Alpine tenía algo más para dar.

En cuanto a la punta, Leclerc fue el más rápido, seguido de Verstappen, Norris, Albon y Piastri. Pero más allá de los tiempos, Colapinto se enfocó en lo importante: adaptarse al circuito más técnico del mundo. Tuvo algunos inconvenientes, sobre todo para tomar con fluidez la chicana del puerto, pero sumó kilómetros fundamentales.

Este viernes tendrá su segunda chance en la FP2, mientras que el sábado llegará la hora de la verdad con la clasificación. La carrera del domingo será el gran cierre de un fin de semana que ya es histórico para él.

A sus 21 años, Colapinto no sólo representa el presente del automovilismo argentino en la Fórmula 1, sino también una promesa que se abre paso en uno de los escenarios más complejos del deporte motor. Mónaco no perdona, pero también recompensa a quienes se animan. Y Franco está dispuesto a jugarse la apuesta.