El monstruo que el sistema dejó libre y volvió a atacar en Las Heras

En la oscuridad de Las Heras, un caso espeluznante ha sacudido a la comunidad mendocina. Víctor Rodríguez, un hombre de 36 años, está prófugo desde hace varios días, acusado de una violación brutal a una joven universitaria de 20 años. Pero lo más alarmante es que ya tenía antecedentes: una denuncia previa por abuso sexual contra dos sobrinos menores de edad. Nadie lo detuvo a tiempo.

El reciente ataque ocurrió la semana pasada. La víctima caminaba por la calle cuando fue interceptada y raptada. Rodríguez la llevó a una vivienda en una zona descampada, donde la sometió sexualmente. Como si eso no fuera suficiente, le arrojó pegamento en los ojos en un intento de cegarla y dificultar su identificación. Sin embargo, la joven, con una valentía extraordinaria, logró mantener la calma. Fingió empatía con su captor, lo manipuló emocionalmente y consiguió que la dejara ir. Apenas logró escapar, pidió ayuda.

El relato estremecedor de la chica permitió que los investigadores avanzaran rápidamente en la identificación del agresor. Allí descubrieron que Rodríguez tenía una causa abierta por abusos sexuales gravísimos a sus propios sobrinos, uno de ellos con discapacidad, pero nunca había sido detenido. La impunidad con la que actuaba este hombre, incluso con un pedido de captura en curso, genera una ola de indignación y cuestionamientos al sistema judicial.

Ahora, la Policía ha intensificado su búsqueda. Se cree que Rodríguez podría estar oculto en zonas rurales o incluso haber escapado de la provincia. Mientras tanto, familiares de las víctimas, organizaciones de derechos humanos y vecinos exigen justicia. La historia de este "monstruo de Las Heras", como ya lo apodan, se convierte en un símbolo de todo lo que está fallando: desde la protección de los menores hasta el seguimiento de los abusadores reincidentes.