Tragedia en San Fernando conmovió al país por la muerte de tres niños en un incendio

La madrugada del lunes 14 de abril quedará grabada con dolor en la memoria de los vecinos de San Fernando. Un incendio feroz arrasó con una vivienda de dos plantas en el cruce de las calles Giachino y Guatemala, dejando una escena devastadora: tres niños, de apenas 4, 9 y 11 años, perdieron la vida atrapados entre las llamas y el derrumbe de la estructura.

La tragedia se desató en cuestión de minutos. Según los primeros testimonios, el fuego comenzó cuando la mayoría de los ocupantes dormía. La parte superior de la casa, construida con madera, colapsó poco después de iniciarse el incendio, atrapando a los menores en una situación sin escapatoria. Cuando los bomberos llegaron, ya no había nada que pudieran hacer por ellos.

Milena Vázquez, de tan solo 4 años; Joaquín Cañada, de 9; y Uriel Barboza, de 11, fueron las víctimas fatales de un siniestro que conmovió al barrio entero. Los vecinos, que intentaron sin éxito ayudar antes de la llegada de los servicios de emergencia, aún no salen del asombro por lo sucedido. "Escuchamos gritos, el calor era insoportable... tratamos de entrar, pero era imposible", relató entre lágrimas un hombre que vive frente a la casa.

Los bomberos lograron rescatar a tres personas con vida. Se trata de Gerardo López, de 43 años; Lucía López, de 24; y Micaela López, de 12. La niña fue trasladada de urgencia al hospital Petrona V. de Cordero, donde permanece internada en estado crítico y con pronóstico reservado. Sus padres están hospitalizados en el San Cayetano de San Fernando, con quemaduras leves y lesiones que no ponen en riesgo sus vidas.

Ocho dotaciones trabajaron durante horas para sofocar el fuego y asegurar la zona. Aunque inicialmente se temió que las llamas se hubieran extendido a otras viviendas, más tarde se confirmó que el daño se limitó al domicilio siniestrado. La imagen que quedó al amanecer fue la de una estructura completamente consumida, con paredes ennegrecidas y escombros que aún humeaban.

El fiscal Martín Otero, de la Unidad Funcional de Instrucción de San Fernando, quedó a cargo de la causa. Por estas horas, los peritos trabajan para determinar qué originó el incendio y si hubo algún tipo de negligencia o desperfecto que desencadenara la tragedia. No se descarta ninguna hipótesis.

El barrio, mientras tanto, vive días de luto. Los vecinos han comenzado a organizar una colecta para ayudar a los sobrevivientes, y en las veredas ya se ven velas encendidas y pequeños altares improvisados con fotos y dibujos. Nadie quiere que esta pérdida quede simplemente como una estadística más.

“Es un golpe durísimo. Nunca pensamos que algo así podía pasar en nuestra cuadra”, dijo una mujer mientras sostenía una flor blanca en la mano. La tristeza se palpa en el aire. La tragedia no sólo se llevó tres vidas inocentes, también dejó un vacío imposible de llenar.