“Lo cuidaban más a él que a nosotras”: el abusador de Las Heras fue entregado por su hermana mientras la Justicia brillaba por su ausencia

    Víctor Aníbal Rodríguez, acusado de abusar de una estudiante y de tres sobrinas menores, fue detenido en Las Heras gracias al llamado de su propia hermana. Mientras la víctima y su familia denunciaban desprotección total, el acusado vivía con custodia policial. La Justicia, una vez más, llegó tarde.

    Provinciales15/04/2025 Expreso Mendoza

    En un caso que ha sacudido a la comunidad de Las Heras y mantiene en vilo a toda la provincia de Mendoza, este martes fue detenido Víctor Aníbal Rodríguez, acusado de haber secuestrado y abusado sexualmente de una joven estudiante universitaria. El arresto se concretó en El Algarrobal, gracias a un llamado clave: el de su propia hermana.

    El relato de la mujer, que decidió hablar públicamente con medios locales, no solo aportó detalles sobre el momento de la captura, sino también sobre la profunda conmoción que atraviesa su familia. Asegura que no tuvo contacto con su hermano desde noviembre del año pasado, cuando estallaron las primeras denuncias de abuso sexual en su contra por parte de tres sobrinas menores de edad. "Gracias a Dios que lo encontraron y ahora que pague", expresó con un tono cargado de dolor, pero también de determinación.

    Esa mañana, alrededor de las 9:30, unos obreros que trabajaban cerca de su casa la alertaron sobre un hombre que rondaba la zona cargando un colchón. Sospechaban que podría tratarse de Rodríguez. Ella lo reconoció, pero en lugar de enfrentarlo, optó por actuar con cautela: contactó a una policía conocida y pidió que intervinieran. Minutos después, los efectivos lo detuvieron sin incidentes.

    La mujer quiso dejar en claro que ni ella ni su familia encubrieron al acusado. "Desde lo que pasó con mis sobrinas no supimos más nada de él. Y ahora, esto con esta chica... ¿cómo íbamos a proteger a alguien así?", se preguntó, visiblemente afectada. También aseguró que Rodríguez no se escondía en casa de su madre, como se había insinuado en algunos medios, y que ni siquiera sabían que vivía en El Borbollón, en una vivienda que habría alquilado a su exesposa.

    La historia personal de Rodríguez no lo exime de la gravedad de los hechos. Tiene 50 años, estaba separado desde principios de 2024 y tenía dos hijos. Se ganaba la vida como changarín y había trabajado en una playa de estacionamiento en el centro. Según su hermana, jamás había mostrado comportamientos que hicieran sospechar que pudiera cometer delitos tan aberrantes. "No podemos creer cómo llegó a hacer lo que hizo. Eran sus propias sobrinas. Y ahora esto... no lo entendemos", lamentó.

    Mientras tanto, la Justicia avanza con la unificación de las causas. Rodríguez está acusado de múltiples delitos sexuales: desde abuso sexual simple y gravemente ultrajante, hasta abuso con acceso carnal agravado por el uso de armas. Las denuncias son contundentes, y el testimonio de la joven secuestrada, estremecedor: relató que durante su cautiverio fue sometida a torturas, entre ellas, la aplicación de pegamento en los ojos.

    La conmoción que provocó el caso también reavivó el debate sobre el accionar estatal. Ayelén, hermana de la víctima más reciente, denunció que la casa donde se ocultaba Rodríguez contaba con custodia policial, mientras que su familia no recibió ninguna medida de protección, lo que los obligó a mudarse por miedo.

    Rodríguez será imputado en las próximas horas y se espera su traslado al penal. La comunidad observa de cerca el desenlace de un caso que no solo pone a prueba el sistema judicial, sino también los vínculos familiares más íntimos. Porque esta vez, fue una hermana la que dio un paso al frente para que la verdad saliera a la luz.

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