La CGT marcha en defensa del trabajo y contra el ajuste del gobierno de Milei

    En la antesala del Día del Trabajador, la CGT encabezará una masiva movilización en Buenos Aires para rechazar las políticas de ajuste de Javier Milei. Con fuerte respaldo de gremios, movimientos sociales y dirigentes políticos, la central obrera reclama paritarias libres, el cese de despidos y el fin de la represión a la protesta social.

    Nacionales30/04/2025 Expreso Mendoza

    Este miércoles 30 de abril, en la víspera del Día Internacional del Trabajador, la CGT volverá a las calles con una consigna clara: "El trabajo es sagrado". La movilización, que partirá desde la esquina de Independencia y Perú hasta el Monumento al Trabajo en la Avenida Paseo Colón, promete ser un acto masivo de rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Javier Milei. No será solo una marcha sindical, sino una expresión colectiva del malestar que atraviesan amplios sectores de la sociedad argentina.

    La convocatoria está cargada de simbolismo. No es casual que se realice justo antes del 1º de mayo, una fecha histórica para el movimiento obrero. La CGT busca recuperar esa mística, pero también volver a marcar la cancha en medio de un escenario político y económico cada vez más tenso. Desde la central obrera dejaron en claro que esta no es una marcha más: es un grito de alarma ante lo que consideran una ofensiva del gobierno nacional contra los trabajadores.

    En el centro del reclamo, aparecen las medidas de ajuste que han provocado despidos, pérdida de poder adquisitivo, congelamiento de paritarias y una creciente criminalización de la protesta social. "No somos indiferentes al sufrimiento de nuestro pueblo", dijeron desde la conducción de la CGT, al tiempo que exigieron que se frene la represión, se respeten los convenios colectivos y se reabran las negociaciones salariales sin condicionamientos. También cuestionaron los proyectos que buscan eliminar los aportes sindicales, a los que interpretan como un intento deliberado de debilitar la acción gremial.

    El escenario no es menor. Tras el paro general del 10 de abril, la relación entre la CGT y el gobierno de Milei se ha tensado al límite. La huelga tuvo un fuerte impacto y evidenció la capacidad de convocatoria del sindicalismo tradicional, que ahora apuesta por redoblar la presión en la calle. Esta vez, además, se suman las dos ramas de la CTA, la UTEP, organizaciones sociales, jubilados y hasta algunos gobernadores peronistas, como Axel Kicillof, que confirmó la adhesión del gobierno bonaerense a la marcha.

    Pero más allá de lo político, la movilización tendrá también un componente emotivo. Durante el acto se rendirá homenaje al Papa Francisco, recientemente fallecido, a quien los gremios consideran un símbolo de justicia social y defensa de los más vulnerables. Se prevé una oración ecuménica y la lectura de un documento que recordará tanto su legado como la lucha histórica de los mártires de Chicago, cuya memoria da sentido al Día del Trabajador.

    En definitiva, la CGT se pone nuevamente en movimiento, no solo para recordar una fecha emblemática, sino para volver a plantarse frente a un gobierno que, según denuncian, ha hecho del ajuste una bandera y del silencio sindical un objetivo. En la calle, buscarán recuperar ese protagonismo que supieron tener y que hoy consideran imprescindible para frenar lo que muchos ya llaman una “ofensiva contra el trabajo”.

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