Franco Colapinto acelera su sueño en la Fórmula 1 con Alpine en Imola

Franco Colapinto volvió a pisar fuerte en la Fórmula 1. Esta vez, no como espectador ni probador, sino como protagonista en pista. El piloto argentino, de apenas 21 años, ya forma parte activa del Gran Premio de Emilia-Romaña que se corre este fin de semana en Imola, en el circuito Enzo e Dino Ferrari, donde este viernes se subió al Alpine para disputar las primeras prácticas libres. Su nombre volvió a sonar con fuerza en el paddock y también en las gradas: hay un nuevo argentino en la máxima categoría, y su presente ilusiona.

Colapinto reemplaza al australiano Jack Doohan, quien no logró estar a la altura en las primeras fechas del campeonato 2025. Sus resultados discretos —sin puntos ni ritmo competitivo— obligaron a la escudería francesa a tomar una decisión drástica. La llegada del argentino no solo responde a una cuestión deportiva, sino también a un proceso de reestructuración interna que atraviesa el equipo Alpine, sacudido en las últimas semanas por la salida de su director Oliver Oakes y la aparición en escena del veterano Flavio Briatore como asesor ejecutivo.

El acuerdo con Colapinto, por ahora, es puntual: cinco carreras. Además de Imola, correrá en Mónaco, España, Canadá y Austria. En ese lapso, el equipo evaluará su rendimiento antes de tomar una decisión sobre su futuro para el resto del calendario. “Estoy listo para este desafío y muy agradecido por la oportunidad. Voy a dejar todo para aprovecharla”, dijo el joven bonaerense al bajarse del auto tras la primera sesión de entrenamientos, visiblemente emocionado por el regreso.

Franco ya había saboreado la F1 en 2024, cuando debutó con Williams y logró sumar puntos en dos ocasiones, en Azerbaiyán y en Austin. Aquella experiencia le sirvió para mostrarse, pero también para entender lo que exige este mundo ferozmente competitivo. Ahora, su vuelta no es un regalo: es parte de un plan en el que el talento y la presión conviven al milímetro.

Con el arranque de la etapa europea del campeonato, Alpine apuesta por una renovación que entusiasma a muchos. En Argentina, la expectativa crece carrera tras carrera. Colapinto no solo representa el regreso del país al gran circo de la F1, sino también la esperanza de ver nuevamente la bandera celeste y blanca ondeando entre los mejores del planeta. Y en Imola, al menos por ahora, la historia volvió a encenderse con semáforo en verde.