Herrón quedó expuesto tras el golpe de Independiente y crece la crisis en Boca

    La derrota ante Independiente en La Bombonera dejó a Boca fuera del Torneo Apertura y encendió todas las alarmas en el club. Mariano Herrón asumió la responsabilidad, pero su continuidad pende de un hilo a menos de un mes del debut en el Mundial de Clubes. La bronca de los hinchas y el silencio dirigencial profundizan una crisis que parece no tener fin.

    Deportes20/05/2025 Expreso Mendoza
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    La noche del lunes 19 de mayo marcó un nuevo capítulo oscuro en la historia reciente de Boca Juniors. En una Bombonera que ardía de bronca e impotencia, el equipo cayó 1-0 ante Independiente y se despidió del Torneo Apertura en cuartos de final, profundizando una crisis que ya no solo es futbolística, sino también institucional.

    El gol del colombiano Álvaro Angulo a los 19 minutos del segundo tiempo fue un mazazo para el Xeneize, que volvió a mostrar un rendimiento deslucido, carente de ideas y sin reacción. El equipo nunca logró imponer condiciones ni hacer valer la localía, y terminó siendo superado por un Independiente que, sin brillar, fue más ordenado y efectivo.

    Pero más allá del resultado, lo que quedó expuesto en la Bombonera fue el desconcierto generalizado que atraviesa al club. Los hinchas, que venían masticando bronca desde hace tiempo, explotaron. Silbidos, insultos y banderas críticas bajaron desde las tribunas, apuntando no solo a los jugadores, sino especialmente a la dirigencia encabezada por Juan Román Riquelme.

    En medio del vendaval, quien dio la cara fue el DT interino, Mariano Herrón. Con gesto adusto, se presentó en conferencia de prensa y asumió la derrota: “Es una frustración grande, no poder cumplir el objetivo de esta noche, que era pasar de fase. Me hago responsable de los partidos en los que estuve yo. No sé si hablar de fracaso, pero sí de no haber logrado lo que me propuse: llegar hasta el 1 de junio, a la final”.

    Consultado por su continuidad al frente del plantel, Herrón fue sincero: “No sé cómo sigue esto. No hablé absolutamente nada. Estoy comprometido al 100%, como siempre, pero no depende de mí”. Un mensaje que suena más a despedida que a reafirmación.

    La derrota también llega en el peor momento posible: en menos de un mes, Boca debe debutar en el Mundial de Clubes. El 16 de junio enfrentará al Benfica, y la incertidumbre es total. ¿Quién será el técnico? ¿Qué equipo se va a presentar? ¿Cómo se afrontará una competencia tan exigente con el presente que vive la institución?

    Mientras tanto, Independiente avanza firme en el torneo local y se medirá con Huracán en semifinales. En el contraste, Boca se derrumba y necesita reconstruirse desde las bases. Porque más allá del resultado de anoche, lo que duele es la sensación de estar a la deriva.

    El mundo Boca espera respuestas. Y las necesita ya.

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