Una adolescente denuncia acoso en su escuela por parte de un joven de 21 años

    Una estudiante de 15 años denunció que sufre acoso desde hace un año por parte de un joven de 21 que asiste ocasionalmente a la escuela Infanta Memdocina, en Dorrego, Guaymallén, para rendir materias previas. Según relató, el joven la sigue, la espera en la parada del colectivo y la amenaza con dañar a su familia si habla.

    Provinciales07/04/2025 Expreso Memdoza

    Una estudiante de 15 años de la escuela Infanta Memdocina asegura que sufre acoso desde hace más de un año por parte de un joven mayor que asiste al establecimiento para rendir materias previas. La denuncia generó preocupación entre padres y docentes, y pone en discusión los protocolos de seguridad en el ámbito escolar.

    La denuncia de una adolescente volvió a encender las alarmas en el sistema educativo mendocino. La joven, alumna de la escuela Infanta Memdocina, ubicada en Dorrego, Guaymallén, asegura que desde hace un año es víctima de acoso constante por parte de un joven de 21 años que asiste ocasionalmente al colegio para rendir materias previas.

    El relato de la menor es alarmante. Según sus palabras, el joven no solo la acosa dentro del establecimiento educativo, sino que también la sigue cuando sale de clases y la espera en la parada del colectivo. Dentro de la escuela, intenta acorralarla y tocarle sus partes íntimas, aprovechando los momentos en los que circula libremente por el edificio. La situación escaló aún más cuando el muchacho la amenazó con que, si contaba algo, mataría a sus familiares, asegurando que sabía dónde vivían.

    La denuncia fue formalizada por los padres de la adolescente la semana pasada, luego de que la joven llegara a su casa visiblemente afectada, en medio de una crisis de angustia y llanto. Fue entonces cuando decidió contar lo que venía soportando en silencio desde hacía tiempo.

    El acusado no es alumno regular del colegio, pero tiene permitido ingresar para rendir materias pendientes, lo que ha abierto un dilema dentro de la comunidad educativa. ¿Qué tan seguros están los adolescentes cuando personas externas, aunque con vínculos académicos pasados, acceden a los espacios escolares sin mayores controles?

    La situación generó una profunda preocupación entre padres, madres y docentes del colegio, que exigen medidas urgentes. Hasta el momento, las autoridades escolares no han emitido una declaración pública, aunque trascendió que ya están al tanto de la denuncia y que intervendrían en las próximas horas.

    El caso vuelve a poner en debate la necesidad de contar con protocolos claros para prevenir y actuar ante situaciones de acoso escolar, y especialmente ante casos en los que la víctima es una menor de edad y el presunto agresor es un adulto.

    Mientras tanto, la adolescente continúa asistiendo a clases con miedo, enfrentando un entorno que hasta ahora no ha podido garantizarle protección. La comunidad educativa, por su parte, enfrenta el desafío de actuar con firmeza para que ninguna otra víctima tenga que atravesar una situación similar en silenencio.

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