El Congreso le asesta un duro golpe a Milei tras avanzar con la investigación por el escándalo de la criptomoneda Libra

    La Cámara de Diputados aprobó la creación de una comisión investigadora y citó a cuatro funcionarios clave del gobierno por el escándalo en torno a la criptomoneda $Libra. La medida representa un fuerte revés para el presidente Javier Milei, en medio de crecientes sospechas sobre manejos irregulares y posibles conflictos de interés en el círculo más cercano al poder.

    Nacionales08/04/2025 Expreso Mendoza

    En un nuevo capítulo de alta tensión política, la Cámara de Diputados dio un golpe sorpresivo al gobierno de Javier Milei al aprobar la creación de una comisión investigadora para indagar sobre el escándalo que rodea a la criptomoneda $Libra, una iniciativa vinculada al oficialismo que ha generado sospechas y revuelo tanto en el mundo financiero como en el político. La decisión, impulsada por una oposición que logró articularse con eficacia, también incluyó la interpelación a cuatro funcionarios clave del gabinete y un pedido de informes escritos que deberá ser respondido por el Ejecutivo.

    La sesión del martes fue un hervidero. La oposición, con el bloque de Unión por la Patria a la cabeza y el acompañamiento de fuerzas como la Coalición Cívica y Encuentro Federal, reunió el quórum necesario y avanzó a paso firme. Las votaciones fueron categóricas: 131 votos afirmativos contra 96 para citar a los funcionarios, 128 a favor de la comisión investigadora frente a 93 en contra y 7 abstenciones, y 135 votos positivos para el pedido de informes escritos. La presión sobre el oficialismo no sólo se hizo sentir en lo numérico, sino también en lo simbólico.

    El revés tiene una gravedad institucional que trasciende lo partidario. La Cámara baja no sólo abrirá una comisión especial para investigar el rol del gobierno en la promoción y eventual manipulación de $Libra, sino que además escuchará en el recinto a figuras de peso como el jefe de Gabinete Guillermo Francos, el ministro de Economía Luis Caputo, el ministro de Justicia Mariano Cúneo Libarona y el titular de la Comisión Nacional de Valores, Roberto Silva. Todos ellos deberán presentarse el martes 22 de abril a las 14 horas, un día antes de que la comisión comience a sesionar formalmente.

    El escándalo que detonó esta reacción institucional tiene como epicentro una criptomoneda promocionada en redes sociales por usuarios cercanos al oficialismo, con menciones al propio presidente Milei y a su hermana Karina. Las dudas en torno a la legalidad del lanzamiento, las promesas de inversión y el posible conflicto de intereses activaron todas las alarmas. La oposición encontró en este episodio una oportunidad para marcarle la cancha al Ejecutivo, que desde el inicio de su gestión ha manejado una retórica confrontativa, pero que empieza a enfrentar resistencias palpables en el Congreso.

    Durante la sesión se vivieron momentos tensos. Según trascendió, hubo incluso empujones, insultos y lanzamiento de agua entre diputados del oficialismo y la oposición. La escena terminó por confirmar que lo que está en juego no es un simple desacuerdo legislativo, sino una disputa de poder en un contexto donde las denuncias por opacidad, negocios turbios y uso partidario del aparato estatal comienzan a copar la agenda.

    La creación de la comisión investigadora es vista como un punto de inflexión. Este espacio tendrá la facultad de solicitar documentación, citar a funcionarios y actores privados, y emitir un dictamen que podría derivar en consecuencias políticas significativas. Para un gobierno que se jacta de su apego a la transparencia y la libertad de mercado, el caso $Libra representa una mancha incómoda que, de confirmarse las sospechas, podría transformarse en un boomerang.

    Lo cierto es que la interpelación del próximo martes promete ser un evento de alto voltaje. Será la primera vez que algunos de los funcionarios más cercanos a Milei deban rendir cuentas ante el Congreso por un tema que mezcla finanzas, poder y política digital. Mientras tanto, el oficialismo intenta minimizar el episodio, aunque puertas adentro reconocen el impacto político y el riesgo de que esto escale aún más.

    En tiempos donde la palabra "casta" es usada a diestra y siniestra por el presidente y su entorno, la lupa ahora apunta hacia adentro. Y el Congreso, por una vez en mucho tiempo, parece decidido a no mirar para otro lado.

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