Los traumatólogos suspenden la atención a jubilados de PAMI en Mendoza y crece la preocupación

    Los traumatólogos de Mendoza dejaron de atender a afiliados de PAMI en clínicas privadas como respuesta a los bajos honorarios que reciben por sus prestaciones. La medida, que comenzó a aplicarse en abril, agrava la situación de miles de jubilados que dependen del sistema para acceder a una atención médica esencial.

    Provinciales09/04/2025 Expreso Mendoza

    Los traumatólogos de Mendoza decidieron, desde principios de abril, suspender la atención a los afiliados del PAMI en clínicas privadas. La medida, que afecta directamente a miles de jubilados que dependen de esta obra social, responde a un conflicto de larga data por los bajos honorarios que perciben estos profesionales por cada prestación.

    Desde fines del año pasado, los traumatólogos vienen advirtiendo sobre la necesidad de actualizar los valores que paga el PAMI. Aseguran que han presentado reclamos formales, han agotado instancias de diálogo y han recibido, una y otra vez, respuestas vagas o directamente silencio. Finalmente, tomaron una determinación que pone en jaque a uno de los sectores más vulnerables del sistema de salud: los adultos mayores.

    La Asociación de Clínicas y Sanatorios de la Provincia de Mendoza (Aclisa) confirmó que la suspensión se implementó de manera sorpresiva y simultánea en todas las instituciones privadas. Esto implica que, en la práctica, ningún afiliado del PAMI puede acceder actualmente a una consulta con un traumatólogo en el sector privado, al menos hasta que se logre destrabar el conflicto.

    No es la primera señal de alarma en la salud privada mendocina. A mediados del año pasado, más de veinte especialidades médicas en la provincia suspendieron la atención por obras sociales y prepagas debido a un deterioro progresivo en los valores que se les reconocen por consulta. En ese contexto, comenzaron a cobrar entre $6.000 y $8.000 por consulta particular, algo que afectó de forma directa la cantidad de pacientes: según datos del propio sector, las consultas cayeron hasta un 50%.

    La situación, lejos de mejorar, se agravó. En marzo de este año, clínicas y sanatorios privados reportaron una baja del 30% en la demanda de servicios médicos. Las razones fueron múltiples: desde el cobro de copagos hasta la crisis económica que fuerza a muchas personas a postergar, o directamente evitar, una consulta médica.

    En este escenario crítico, la suspensión de atención por parte de los traumatólogos al PAMI se convierte en una nueva alerta. Mientras los profesionales denuncian una pérdida de poder adquisitivo y falta de reconocimiento por su trabajo, los pacientes —la mayoría adultos mayores con diversas patologías— quedan atrapados en un limbo sin respuestas.

    Por el momento, no hay señales concretas de un acuerdo cercano. Las autoridades de PAMI no han emitido un comunicado oficial y los traumatólogos se mantienen firmes en su postura. En el medio, una vez más, quedan los jubilados, quienes dependen de este servicio no como un lujo, sino como una necesidad urgente e irrenunciable.

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