La justicia absolvió al acusado por el crimen del hincha de Godoy Cruz y crece la indignación

    Diego Héctor Agüero Declaux fue declarado no culpable por el asesinato de Mauro Salcedo, el joven hincha de Godoy Cruz que murió tras ser atacado por simpatizantes de Independiente Rivadavia. El fallo del jurado popular desató una fuerte reacción social y dejó en evidencia la profunda crisis del sistema judicial frente a la violencia en el fútbol mendocino.

    Provinciales11/04/2025 Expreso Mendoza

    El crimen de Mauro Salcedo sigue retumbando en las calles y tribunas mendocinas. Era hincha de Godoy Cruz, y esa noche, como tantas otras, decidió salir con su camiseta puesta. No volvió. Fue asesinado a golpes por fanáticos de Independiente Rivadavia, la “Lepra”, en un episodio de violencia irracional y cobarde. Ahora, el juicio terminó con un veredicto que huele a impunidad: el jurado popular declaró no culpable a Diego Héctor Agüero Declaux, el único acusado por el crimen.

    El caso, desde el principio, estuvo rodeado de tensiones. Las cámaras de seguridad, los testimonios, las pruebas forenses… nada fue suficiente para convencer al jurado de que Agüero había sido partícipe directo del ataque. La defensa jugó fuerte, insistiendo en que no había pruebas concluyentes. La fiscalía, en cambio, sostenía que el contexto, los indicios y las contradicciones del imputado eran más que elocuentes.

    Sin embargo, el resultado fue el que nadie esperaba. La familia de Mauro Salcedo escuchó el “no culpable” como un golpe más. Algunos no pudieron contener las lágrimas. Otros salieron del recinto en silencio, con la misma impotencia con la que viven desde aquella noche maldita. “Nos fallaron. Otra vez, la justicia le da la espalda a las víctimas”, alcanzó a decir uno de los hermanos de la víctima.

    La violencia en el fútbol mendocino no es nueva, pero este caso la expone con crudeza. Hace pocos meses, el clásico entre Godoy Cruz e Independiente Rivadavia terminó con una batalla campal, más de una decena de detenidos y varios policías heridos. No es un fenómeno aislado ni espontáneo. Es sistemático y se alimenta de la falta de consecuencias.

    La ministra de Seguridad y Justicia, Mercedes Rus, aseguró en entrevistas que se trabaja para endurecer las sanciones contra los violentos. “Los clubes tienen que comprometerse, y la Justicia actuar sin medias tintas”, declaró hace unas semanas. Sin embargo, el clima en las calles dice otra cosa: hoy, un joven fue asesinado por llevar una camiseta, y su presunto asesino está libre.

    Este fallo judicial parece haber cerrado una causa, pero abrió una herida mucho más profunda. Una herida que atraviesa a los clubes, a las familias, y a toda una sociedad que ya no sabe cómo proteger a sus hijos de un fanatismo sin control.

    Mauro Salcedo tenía derecho a vestir la camiseta que amaba. Ese derecho le fue arrebatado de la peor manera. Y hoy, a pesar de todo, sigue sin haber justicia.

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