Viviana Canosa se retracta tras acusar a Lizy Tagliani de abuso de menores

    La periodista Viviana Canosa se retractó públicamente luego de vincular a Lizy Tagliani con fiestas de la farándula que involucraban menores de edad y el caso del ex Gran Hermano Marcelo Corazza. Tras las graves acusaciones, Tagliani presentó una querella por calumnias e injurias, buscando defender su nombre y evitar futuras difamaciones.

    Nacionales16/04/2025 Expreso Mendoza

    En un nuevo capítulo del espectáculo argentino que mezcla escándalo, acusaciones y retractaciones, Viviana Canosa volvió a quedar en el centro de la tormenta. Esta vez, la protagonista involuntaria fue Lizy Tagliani, quien se vio envuelta en una polémica tan inesperada como grave: la periodista la había vinculado, en su programa, con una supuesta red de fiestas de la farándula donde habría presencia de menores de edad.

    Todo comenzó con un comentario que, a simple vista, parecía una denuncia menor. Una insinuación. Pero rápidamente escaló: en su programa, Canosa no solo deslizó sospechas sobre la participación de Lizy en estas fiestas, sino que la relacionó de manera indirecta con casos tan delicados como el del ex Gran Hermano Marcelo Corazza, detenido por formar parte de una organización que reclutaba menores para su explotación sexual. La periodista incluso mencionó el caso de Loan, el niño desaparecido que mantiene en vilo al país, para trazar un clima de supuesta impunidad en ciertos sectores del espectáculo.

    Como era de esperarse, las palabras hicieron ruido. El tema explotó en redes sociales, en medios y en la propia agenda judicial. Viviana Canosa, acompañada por su abogado Juan Manuel Dragani, se presentó en los tribunales de Comodoro Py, argumentando que había declarado sobre hechos relacionados con trata de personas y pedofilia. Sin embargo, con el correr de las horas, su discurso dio un giro llamativo. En una entrevista televisiva, Canosa se desdijo: afirmó que sus palabras habían sido malinterpretadas, que “no fue tan así” como se difundió y que, en realidad, jamás había acusado directamente a Lizy de un delito tan aberrante como el abuso de menores.

    Su abogado reforzó la idea, diciendo que su clienta “nunca le endilgó semejante delito” a la humorista y que la denuncia formal ante la Justicia no la mencionaba en absoluto. Pero el daño ya estaba hecho.

    Lizy Tagliani no se quedó callada. Indignada, recurrió a la Justicia para defender su nombre y su dignidad. Su abogado, Lino Gauto Cardozo, presentó una querella contra Canosa y también contra el periodista Lucas Bertero, quien replicó las acusaciones en otros medios. La denuncia es por calumnias e injurias, y además se solicitó un bozal legal para evitar nuevas difamaciones. “Viviana Canosa ensució gratuitamente a una persona que no se lo merece”, sentenció el letrado.

    Más allá de lo legal, el caso abre nuevamente el debate sobre los límites del periodismo de espectáculo y la responsabilidad que conlleva opinar —o denunciar— desde un micrófono. No es la primera vez que Canosa queda en el ojo de la polémica por sus declaraciones, pero esta vez, el contexto es mucho más delicado: no se trata solo de peleas mediáticas o conflictos entre famosos, sino de señalamientos gravísimos que, si son infundados, tienen consecuencias irreparables.

    Por ahora, la pelota está en la cancha de la Justicia. Mientras tanto, tanto Lizy como quienes la apoyan esperan una reparación no solo legal, sino también social. Porque en un país donde la violencia simbólica y el abuso mediático se vuelven moneda corriente, defender el buen nombre es más que un derecho: es una necesidad urgente.

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