Javier Milei y Viviana Canosa en guerra abierta tras un explosivo cruce

Explotó todo. Otra vez. La escena política y mediática argentina volvió a sacudirse este miércoles con un cruce inesperado —o quizás no tanto— entre el presidente Javier Milei y la periodista Viviana Canosa. La chispa encendió cuando el mandatario compartió un posteo en redes sociales, insinuando que Canosa podría estar respondiendo a directivas del Grupo Clarín o al accionar de Adrián Suar y Pablo Codevila. Fue una frase breve, con ese tono sarcástico y provocador tan característico de Milei: “¿Esto será responsabilidad de la bajada de línea del Grupo Clarín o es culpa de Suar-Codevila?”.

Canosa, al aire en su programa en El Trece, no dudó en responder. Y no fue tibia. “Está tuiteando el presidente contra mí”, dijo, mirando a cámara. “Fabbiani pide mi cabeza y en el mismo momento el presidente, que ya me dejó sin tres laburos, se mete con el Grupo Clarín”, disparó, visiblemente molesta. Lo acusó de operar para perjudicarla profesionalmente y de estar más pendiente de sus redes sociales que de gobernar.

El ida y vuelta no quedó ahí. Canosa fue por más. Recordó su antiguo apoyo a Milei, y cómo ese respaldo se desvaneció cuando, según ella, empezó a ver cosas “que no correspondían”. “Yo ayudé a este tipo sin parar. Pero cuando me di cuenta de que hacía cosas que no me cerraban, me alejé. Porque la corrupción no me interesa”, dijo con tono firme.

No es la primera vez que Canosa denuncia presiones o censura. Ya lo había hecho semanas atrás, cuando su regreso a la televisión se postergó en El Trece. Según ella, fue una decisión impuesta desde arriba por su postura crítica hacia el presidente. Aunque desde el canal nunca lo confirmaron, el ruido fue suficiente para instalar la sospecha. En otras ocasiones, también había lanzado fuertes críticas contra la relación entre Milei y Amalia “Yuyito” González, a la que calificó de “extraña” y “más parecida a una madre con su hijo”.

Lo que está claro es que la relación entre ambos está completamente rota. Pasaron del elogio mutuo a la tensión abierta. El enfrentamiento deja al descubierto algo más profundo: el vínculo cada vez más tirante entre el poder político y los medios de comunicación. Y, en particular, la reacción de un presidente que no esquiva el choque con periodistas, sino que lo busca, lo amplifica y lo capitaliza políticamente.

En medio del escándalo, Canosa se plantó como pocas veces. “¿Usted cree, presidente, que el Grupo Clarín está pensando en mí o diciéndome lo que tengo que hacer? Yo hago una denuncia por trata de personas en Comodoro Py, estoy tocando a mucha gente… y parece que eso molesta”, sostuvo.

No parece ser el final de esta historia. Y, como suele pasar en la Argentina, cuando la política y los medios se cruzan en plena escena, lo que sigue es, casi siempre, más polémica.