El FMI elogia a Milei y respalda el rumbo económico con una advertencia clave

    Kristalina Georgieva, titular del Fondo Monetario Internacional, destacó los avances económicos logrados por el gobierno de Javier Milei y celebró la firmeza del plan de ajuste. Sin embargo, advirtió que la estabilidad alcanzada aún es frágil y pidió que la voluntad de cambio no se desvíe, especialmente en un año marcado por el calendario electoral.

    Nacionales24/04/2025 Expreso Mendoza

    Desde Washington, Kristalina Georgieva, directora gerente del Fondo Monetario Internacional, volvió a poner a la Argentina en el centro de la escena internacional. Y lo hizo con palabras cargadas de elogios hacia el presidente Javier Milei, quien en menos de seis meses en el poder logró torcer la curva de algunos de los indicadores más críticos del país. Sin embargo, entre tantos aplausos, Georgieva deslizó una advertencia que suena tanto a consejo como a pedido urgente: que la voluntad de cambio no se descarrile.

    En una rueda de prensa que compartió con medios internacionales, la jefa del Fondo destacó lo que, para muchos en el exterior, ya parece un pequeño milagro económico. Habló de un giro “sólido” en las cuentas fiscales, con superávit tras años de déficit, de una inflación que por primera vez en mucho tiempo perforó el 3% mensual y de una reducción de la pobreza del 50% al 37%. “Sigue siendo muy alta, pero está descendiendo”, remarcó, con una mirada pragmática que celebró el rumbo sin desconocer las heridas sociales aún abiertas.

    Georgieva fue más allá. Dijo que el Estado se está retirando “de donde no debe estar” y que eso habilita una mayor vitalidad del sector privado. En palabras técnicas, es una señal de aprobación a la visión libertaria de Milei: un Estado más chico y menos intervencionista. Esa percepción positiva no es solo retórica: el FMI aprobó un nuevo programa de financiamiento por 20.000 millones de dólares para Argentina, un espaldarazo político y económico que, en los pasillos de la Casa Rosada, se vive como una victoria.

    Pero la directora del Fondo también bajó a tierra. Recalcó que Argentina no puede afrontar este camino en soledad y recordó que organismos como el Banco Mundial y el BID también están “dando un paso al frente”. A la vez, sugirió que el país tiene una ventana de oportunidad única: un mundo que necesita alimentos, minerales, litio y gas. Todo lo que Argentina tiene. Y ahora, con estabilidad incipiente, podría empezar a capitalizar.

    Sin embargo, el gran “pero” llegó sobre el final. Georgieva no eludió el calendario electoral. “Es muy importante que la voluntad de cambio no se descarrile”, dijo, aludiendo sin nombrarlo al riesgo de que las reformas se frenen con el devenir político. Y aunque aclaró que por ahora no ve señales de que eso ocurra, dejó en claro que el rumbo no puede alterarse si el país quiere seguir en la senda de la recuperación.

    Durante la jornada, el propio Federico Sturzenegger —ministro de Desregulación— participó de un foro con el FMI donde se discutió el concepto de “regulación inteligente”. La idea es desburocratizar sin desproteger, liberar la economía sin caer en el caos. En esa búsqueda, Milei parece haber encontrado no solo aliados internos, sino también el visto bueno de los grandes jugadores globales.

    Con las elecciones de octubre en el horizonte, el Gobierno apuesta a consolidar estos logros y mostrarlos como prueba de una nueva era. Georgieva, desde su rol, puso la vara alta y recordó que el entusiasmo internacional no es incondicional. El respaldo está, pero con condiciones claras: mantener el rumbo, evitar volantazos y no perder de vista a quienes aún no sienten el alivio en su mesa diaria.

    Por ahora, la historia parece estar de su lado. Pero como dijo Georgieva, esta vez, sí: esta vez es diferente. Aunque, para que lo sea de verdad, no alcanza con promesas ni estadísticas: se necesita constancia, estabilidad y, sobre todo, decisión política.

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