Escándalo por falsificación de vinos de alta gama en Mendoza

    Un video viral de un consumidor que denuncia la compra de una botella falsificada de El Enemigo ha puesto en alerta a la industria vitivinícola argentina. El caso llegó a la Justicia Federal, que investiga el origen de la falsificación y su posible circulación en el mercado.

    Provinciales29/04/2025 Expreso Mendoza

    El video apareció primero en Instagram. Un consumidor de Buenos Aires, desconcertado, mostraba lo que parecía una botella de El Enemigo, uno de los vinos más prestigiosos de Mendoza. Pero algo no cerraba. La etiqueta no tenía el brillo ni el relieve habituales, el color del contenido parecía apagado y, lo más alarmante, el sabor estaba muy lejos del estándar que caracteriza a esa bodega. En pocas horas, la publicación se volvió viral y despertó una preocupación que ya llegó a los tribunales: se trata de un caso de falsificación de vinos de alta gama.

    La denuncia llegó a la Justicia Federal, que deberá determinar ahora no solo el origen de esa botella trucha, sino también si existen más ejemplares en circulación. El caso encendió todas las alarmas, especialmente en Mendoza, donde el vino no solo es economía, sino también cultura y orgullo.

    Consultado sobre el tema, Alejandro Vigil, el reconocido enólogo detrás de El Enemigo, no ocultó su malestar, pero lo expresó con una dosis de ironía. "El tema está en manos de la Justicia Federal. Al menos ya somos Louis Vuitton", comentó, comparando la situación con lo que viven marcas de lujo que, al alcanzar cierto nivel de fama, se convierten en blanco de imitaciones.

    Por ahora, no hay datos precisos sobre la cantidad de botellas falsificadas ni sobre su posible distribución. Tampoco se han reportado más casos similares, pero en el ambiente bodeguero ya se respira una mezcla de preocupación e indignación. El miedo no es solo por las pérdidas económicas que esto pueda generar, sino por el daño a la reputación y la confianza de los consumidores.

    No es la primera vez que se detectan intentos de falsificar etiquetas o contenidos de vinos premium. En 2022, un operativo entre el INV, la AFIP y la Policía Federal logró incautar casi 2.000 botellas truchas que estaban a punto de cruzar hacia Brasil desde Misiones. El valor de esa carga superaba los 11 millones de pesos. La industria tomó nota, pero los riesgos siguen latentes.

    Ante estos hechos, las bodegas han comenzado a reforzar sus sistemas de seguridad. Muchas están incorporando etiquetas con relieves, sellos holográficos y códigos QR únicos que permiten verificar la autenticidad del producto con un simple escaneo desde el celular. Además, el INV y otros organismos trabajan en conjunto para detectar maniobras fraudulentas en puntos de venta y rutas comerciales.

    El vino argentino ha construido, con décadas de esfuerzo, una imagen internacional que lo posiciona entre los mejores del mundo. Que esa imagen se vea vulnerada por un mercado negro que busca aprovecharse del prestigio ajeno no es solo un problema económico. Es, sobre todo, una amenaza a la identidad misma del producto.

    Mientras la Justicia intenta desentrañar este nuevo capítulo del fraude vitivinícola, las bodegas y los consumidores se mantienen atentos. Porque detrás de cada botella hay una historia de trabajo, dedicación y pasión. Y nadie quiere que esa historia sea falsificada.

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