Imputaron a uno de los adolescentes que mató a su padrastro para defender a su madre en Mendoza

    Dos adolescentes de 16 y 14 años asesinaron a su padrastro de once puñaladas en una vivienda de Las Heras. Según confesaron, lo hicieron para defender a su madre, víctima de constantes golpizas. El caso conmueve a Mendoza y expone una vez más las fallas en la protección contra la violencia de género.

    Provinciales30/04/2025 Expreso Mendoza

    En la madrugada del lunes 28 de abril, el silencio del barrio Los Tamarindos II, en Las Heras, se quebró con una tragedia que conmovió a toda Mendoza. Dos hermanos adolescentes, de apenas 16 y 14 años, tomaron una decisión extrema: asesinaron a puñaladas a su padrastro, Francisco David Lescano Aguirre, de 35 años, en un intento desesperado por proteger a su madre de una nueva golpiza.

    La escena, según relataron los propios jóvenes tras entregarse a la Policía, se desarrolló en medio de un violento episodio de violencia familiar. La víctima, quien según los vecinos solía tener actitudes agresivas, estaba golpeando brutalmente a la madre de los chicos cuando ellos intervinieron. El mayor de los hermanos tomó un cuchillo y, en medio del forcejeo, le asestó once puñaladas a Lescano. Su hermano menor lo acompañó, ayudándolo a detener al atacante como pudieron.

    Horas después del crimen, los jóvenes se presentaron voluntariamente en una comisaría de la zona. No intentaron escapar. Llorando, relataron lo que había sucedido y explicaron que actuaron por miedo y por amor: que estaban hartos de ver sufrir a su madre.

    La historia tomó un giro aún más oscuro cuando se descubrió que Francisco David Lescano Aguirre no era quien decía ser. Vivía bajo una identidad falsa desde hace más de diez años. Se hacía llamar Joaquín Osvaldo Soto y había logrado burlar controles, vivir con documentación apócrifa y establecerse en Mendoza como si nada. Pero su verdadero prontuario, una vez revelado, puso en evidencia antecedentes por homicidio y violencia de género. Una bomba de tiempo, dicen ahora los investigadores.

    El adolescente de 16 años fue imputado por homicidio simple y quedó a disposición del Juzgado Penal de Menores. Su hermano menor, al tener solo 14 años, fue declarado inimputable, aunque ambos están recibiendo acompañamiento psicológico y asistencia de un equipo técnico interdisciplinario. La causa se encuentra en manos de la fiscal Andrea Lazo, quien también deberá investigar cómo Lescano logró mantenerse oculto tanto tiempo bajo una identidad falsa.

    El caso, naturalmente, generó un fuerte impacto en la comunidad y reavivó el debate sobre la violencia de género y las fallas del sistema para proteger a las víctimas. Vecinos del barrio aseguraron que los episodios violentos eran frecuentes, aunque la familia nunca había realizado denuncias formales. Algunos, incluso, se preguntan si esta tragedia pudo haberse evitado.

    Mientras tanto, los hermanos permanecen separados, en entornos protegidos, tratando de procesar lo que hicieron. Tienen la edad en la que se sueña con el futuro, no con cargar una muerte sobre los hombros. Pero esa noche, en su casa, el horror les arrebató la infancia de un tajo.

    Una historia que duele. Una muerte que interpela. Una madre golpeada y dos hijos que, en su desesperación, eligieron matar antes que seguir viendo cómo se apagaba su vida.

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