El Senado rechazó por un voto la ley que buscaba impedir candidaturas con condenas por corrupción

    En una sesión cargada de tensión y cruces políticos, el Senado votó en contra del proyecto de Ficha Limpia, que proponía impedir que personas con condenas en segunda instancia por delitos de corrupción accedan a cargos públicos. El resultado quedó a solo un voto de su aprobación y desató fuertes críticas y sospechas de pactos políticos.

    Nacionales08/05/2025 Expreso Mendoza
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    El Senado de la Nación vivió este miércoles una jornada cargada de tensión política y maniobras inesperadas al rechazar por apenas un voto el proyecto de ley de Ficha Limpia, una iniciativa que pretendía impedir que personas con condenas por corrupción en segunda instancia pudieran ser candidatas o acceder a cargos públicos.

    La sesión arrancó con expectativas altas y un clima enrarecido. El oficialismo libertario y parte de la oposición creían tener los votos para lograr la sanción definitiva del proyecto, que ya contaba con media sanción de Diputados desde febrero. Sin embargo, los cálculos fallaron.

    Durante más de seis horas de debate, senadores de distintos bloques cruzaron argumentos a favor y en contra. El oficialismo sostuvo que la ley era una herramienta ética imprescindible para depurar la política y evitar el acceso al poder de figuras con antecedentes penales graves. La oposición peronista, especialmente el kirchnerismo, denunció un intento encubierto de proscripción, apuntando directamente a la figura de Cristina Fernández de Kirchner, condenada por corrupción en la causa Vialidad.

    El momento más tenso se vivió al final, cuando el tablero del recinto marcó 36 votos afirmativos y 35 negativos. El proyecto necesitaba al menos 37 votos para ser aprobado. Así, por un voto, la iniciativa fue rechazada.

    Lo más llamativo fue el giro de último momento de los senadores misioneros Carlos Arce y Sonia Rojas Decut, quienes inicialmente figuraban entre los indecisos o presuntos favorables, pero terminaron votando en contra. Su cambio fue interpretado como un guiño al kirchnerismo, y generó fuertes críticas desde sectores oficialistas y de Juntos por el Cambio. El libertario Ezequiel Atauche, jefe del bloque de La Libertad Avanza, expresó su frustración: “Vinieron con un discurso y votaron exactamente lo contrario. No se puede confiar en nadie”.

    El voto negativo del kirchnerismo fue unánime. La senadora Anabel Fernández Sagasti (Unidad Ciudadana) argumentó que “nadie puede ser condenado sin sentencia firme” y que esta ley buscaba interferir en la democracia, recordando que Cristina Kirchner todavía no tiene condena definitiva de la Corte Suprema.

    La sesión también puso en evidencia la fragilidad de los acuerdos del oficialismo con sus aliados provinciales. Algunos legisladores deslizaron que hubo presiones de los gobernadores para torcer voluntades, en un contexto de negociaciones paralelas por fondos y leyes económicas clave.

    Ahora, con el rechazo del Senado, la ley de Ficha Limpia queda archivada, al menos por este año. La única vía que podría impedir una candidatura de Cristina Fernández de Kirchner en 2025 será una confirmación de su condena por parte de la Corte Suprema antes del cierre de listas, el 25 de mayo.

    El debate, más allá del resultado legislativo, reabrió una grieta moral y jurídica en el Congreso: ¿basta con una condena en segunda instancia para excluir a alguien de la vida política? ¿O eso vulnera el principio de inocencia?

    Lo cierto es que la votación dejó heridos, reproches cruzados y una sensación amarga entre quienes confiaban en que la política iba a dar un paso hacia la transparencia. En la Argentina de hoy, la ética sigue siendo un terreno de disputa.

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