El concejal radical Miqueas Burgoa enfrenta una crisis política tras ser detenido por conducir ebrio

    El concejal de Guaymallén fue demorado en General Alvear con 1,25 gramos de alcohol en sangre. Pese a los pedidos de renuncia desde su propio espacio político y la oposición, confirmó que seguirá en su banca. La interna en Cambia Mendoza y el rol del intendente Calvente tensan aún más el escenario.

    Provinciales14/05/2025 Expreso Mendoza
    Screenshot_20250514-223304-275

    El escándalo protagonizado por Miqueas Burgoa sacudió la vida política de Guaymallén y dejó al descubierto tensiones internas en el oficialismo departamental. El concejal de Cambia Mendoza fue demorado durante la madrugada del sábado en el distrito de Bowen, General Alvear, tras ser sorprendido manejando en estado de ebriedad. El dosaje arrojó 1,25 gramos de alcohol en sangre, más del doble del límite permitido. La situación desató una ola de repudios públicos y pedidos de renuncia que aún no encuentran una resolución definitiva.

    Lejos de elegir el silencio, Burgoa emitió un comunicado en sus redes sociales donde reconoció su error, pidió disculpas a los vecinos y aseguró que continuará ocupando su banca en el Concejo Deliberante hasta el fin de su mandato en diciembre. Según explicó, se trató de un “hecho personal” ocurrido al regresar de un evento privado, y remarcó que se hará cargo de las consecuencias legales, incluyendo una multa que podría superar los 4 millones de pesos.

    El concejal también negó versiones difundidas por algunos medios: sostuvo que no cruzó un semáforo en rojo ni opuso resistencia al procedimiento policial. Aclaró que el acta oficial no menciona tales circunstancias y que no intentó valerse de su condición de funcionario público.

    El impacto político fue inmediato. El intendente Marcos Calvente, también de Cambia Mendoza, le pidió públicamente la renuncia, lo que generó un fuerte malestar en el propio Burgoa. En su comunicado, el edil lamentó no haber sido consultado previamente y denunció que el episodio se convirtió en un tema político que excede lo personal.

    En el Concejo, las reacciones fueron mixtas. Algunos ediles del oficialismo y de la oposición manifestaron su voluntad de avanzar con su remoción, mientras que otros prefieren tomarse tiempo para evaluar la situación. En paralelo, el peronismo presentó un pedido formal para tratar la expulsión de Burgoa, aunque no fue incluido en el orden del día de la próxima sesión. Para que se concrete la salida del edil, se necesitarían ocho votos afirmativos de los doce que componen el cuerpo.

    La tensión se alimenta de una interna creciente dentro de Cambia Mendoza. Algunos concejales alineados con Marcelino Iglesias, exintendente y actual senador provincial, no acompañarían el pedido de renuncia, mientras que otros, más cercanos a Calvente, ya manifestaron su respaldo a la salida de Burgoa. Incluso desde La Unión Mendocina, que tiene dos bancas en el HCD, se pidió que el concejal exponga su versión frente a todo el cuerpo y que se investigue si utilizó viáticos oficiales para asistir al evento partidario en Alvear.

    Todo esto ocurre en medio de un clima tenso dentro del municipio. En los últimos días, Calvente solicitó la renuncia de todo su gabinete, una medida que algunos vinculan directamente con la interna radical que lo enfrenta a Iglesias. En este contexto, el caso Burgoa parece haber sido la chispa que encendió un conflicto mayor, en el que se mezclan errores personales, desgaste institucional y disputas por el poder dentro del oficialismo.

    Burgoa, por ahora, no se mueve. Reafirmó su intención de terminar su mandato y sostuvo que su compromiso con los vecinos “sigue firme”. Mientras tanto, el futuro de su banca, y tal vez el equilibrio político en Guaymallén, pende de un hilo.

    Te puede interesar
    Lo más visto