Murió Ariel Castillo tras ser drogado y desvalijado por un viudo negro que conoció en Tinder

    Ariel Castillo, empleado del Teatro Colón, falleció luego de cinco días en coma tras haber sido drogado en su casa por un hombre con quien se había citado a través de una app de encuentros. Los ladrones lo desvalijaron y la causa ahora es investigada como homicidio criminis causa. La autopsia será clave para determinar si murió por la droga o por una caída al intentar escapar.

    Provinciales16/05/2025 Expreso Mendoza
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    Ariel David Castillo murió este jueves al mediodía tras pasar cinco días en coma. La historia detrás de su muerte es tan trágica como inquietante: fue víctima de un “viudo negro” que lo drogó y lo desvalijó tras contactarlo a través de la aplicación de citas Tinder. Lo que comenzó como un encuentro aparentemente consensuado en su casa del partido bonaerense de San Martín, terminó en un crimen que hoy conmociona.

    Castillo, de 48 años, trabajaba en el Teatro Colón y era una persona conocida en su entorno por su discreción y calidez. En los días previos a la agresión había mantenido contacto con un hombre a través de la app. Chatearon durante tres días, coordinaron una cita y, finalmente, él lo recibió en su domicilio. Según reconstruyó la Justicia, durante el encuentro, el visitante colocó una sustancia en su bebida. Apenas Ariel perdió el conocimiento, el delincuente llamó a tres cómplices para que lo ayudaran a vaciar el departamento.

    Los ladrones se llevaron todo lo que pudieron: perfumes, joyas, computadoras, celulares, ropa y el auto de la víctima, un Volkswagen Polo Track gris. En total, se estima que el botín ronda los 400 mil pesos.

    La historia tomó un giro aún más dramático cuando, al recuperar parcialmente la conciencia, Castillo intentó ponerse de pie y cayó por la escalera interna de su vivienda. El golpe en la cabeza fue grave. Lo encontraron minutos más tarde, inconsciente, y fue trasladado de urgencia a un hospital de la zona. Desde entonces, no volvió a despertar.

    Con su muerte, la causa judicial cambió de rumbo. Si bien en un principio se investigaba un robo, ahora el expediente está caratulado como homicidio criminis causa: matar para garantizar la impunidad del delito. Sin embargo, todo depende de lo que revele la autopsia. El informe médico forense deberá determinar si el fallecimiento fue producto directo de la droga administrada o si se debió a las heridas provocadas por la caída.

    La Policía Bonaerense trabaja contrarreloj para identificar y capturar al “viudo negro” y sus cómplices. Las cámaras de seguridad del barrio podrían aportar pistas clave. Por ahora, hay imágenes que muestran el ingreso del principal sospechoso al edificio y otras que lo registran saliendo horas después.

    El caso despertó una fuerte preocupación en torno al uso de plataformas de citas, que si bien se han convertido en una herramienta habitual para conocer personas, también pueden ser utilizadas como vía de acceso para delitos cada vez más frecuentes y peligrosos.

    La muerte de Ariel Castillo no es un hecho aislado. Se enmarca en una modalidad delictiva que va en aumento, donde la confianza inicial es utilizada como arma para vulnerar, drogar, robar e incluso matar. El silencio del departamento de San Martín, ahora sin su dueño, contrasta con el ruido social que genera una pregunta que no encuentra respuestas inmediatas: ¿cómo cuidarnos del peligro cuando el peligro finge ser un encuentro romántico?

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