Silencio en las urnas: la apatía se adueñó de la Ciudad de Buenos Aires

    Con una participación que apenas rozó el 45%, las elecciones legislativas en CABA revelan más desencanto que compromiso. Las denuncias cruzadas, la nacionalización del debate y la falta de propuestas concretas marcaron una jornada donde el ruido político fue más fuerte que la voz del electorado.

    Elecciones 202518/05/2025 Expreso Mendoza
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    En una jornada que debería haber sido una fiesta de la democracia, lo que primó fue el desgano. Las elecciones legislativas en la Ciudad de Buenos Aires dejaron un dato alarmante: menos de la mitad del padrón concurrió a votar. Si los votos son la expresión de la esperanza en un futuro distinto, la ausencia masiva en las urnas parece decirlo todo.

    Una vez más, las denuncias de maniobras turbias se colaron en la previa electoral. Desde internas reventadas hasta llamados sospechosos, los clásicos fantasmas de siempre no faltaron a la cita. Sin embargo, lo que más pesó fue otra cosa: la desconexión total entre la dirigencia y la gente.

    En vez de discutir sobre los problemas concretos que afectan a los porteños —transporte, seguridad, acceso a la vivienda, calidad educativa—, la campaña se transformó en una pelea nacionalizada, donde los candidatos parecían más interesados en ganar puntos para el escenario nacional que en representar a sus vecinos.

    La Ciudad, históricamente considerada un termómetro político, fue esta vez una postal del desencanto. Y aunque aún no se pueden hablar de resultados ni de tendencias por respeto a la veda, el dato de la baja participación ya dice mucho más de lo que cualquier boca de urna podría anticipar.

    La apatía electoral no es una casualidad. Es una advertencia. Y si nadie la escucha, el silencio de las urnas se convertirá en un grito cada vez más difícil de ignorar.

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