
Las redes sociales han transformado la comunicación, dándonos acceso a información inmediata y conectándonos con el mundo. Sin embargo, en este vasto universo digital, ha emergido una figura nociva y omnipresente: los haters. Más que simples usuarios frustrados, muchos de estos personajes forman parte de estructuras organizadas cuyo propósito va más allá de la opinión personal: desinformar, atacar y polarizar.