Discusión en el auto, salto al vacío y muerte calcinado

La mañana en Villa Allende amaneció con una postal trágica que aún cuesta creer. Un hombre murió calcinado luego de chocar su auto de frente contra un camión. Lo que podría haber sido otro accidente más en una ruta del interior cordobés, terminó teñido por una historia dramática: segundos antes del impacto, su pareja se arrojó del vehículo en movimiento.

Todo ocurrió en la avenida Padre Luchesse, una vía habitual para quienes se mueven entre la ciudad y los barrios cerrados de la zona. Pasaban apenas las seis y media cuando el Peugeot 206 en el que viajaba Ricardo Osvaldo Márquez, de 46 años, se cruzó de carril y terminó estrellado contra un camión que venía de frente. El auto explotó en cuestión de segundos. Márquez quedó atrapado y murió en el lugar.

La escena, ya de por sí impactante, dio un giro inesperado cuando testigos aseguraron haber visto a una mujer salir despedida del mismo auto instantes antes del choque. Se trata de una joven de 23 años, que fue hallada con heridas leves a pocos metros del lugar. Aunque físicamente no sufrió mayores daños, su relato abrió un nuevo capítulo en la historia.

Según lo que pudo contar a los investigadores, todo habría comenzado con una discusión dentro del vehículo. Iban discutiendo mientras él manejaba, y en un momento de tensión extrema, ella abrió la puerta y saltó. No hubo tiempo para más. El auto siguió su curso, cruzó el separador central y se estrelló contra el camión.

La fiscalía de Córdoba ahora intenta reconstruir el minuto a minuto de una secuencia que dejó una víctima fatal y muchas preguntas abiertas. ¿Fue un accidente producto del descontrol? ¿Hubo una intención por parte del conductor? ¿Qué pasó exactamente dentro del auto en esos últimos minutos?

El testimonio de la joven será clave, así como las imágenes de cámaras de seguridad de la zona y los peritajes que ya comenzaron. Mientras tanto, el silencio en Villa Allende es tan pesado como el humo que quedó suspendido en el aire tras el incendio. Nadie en el lugar parece poder explicar del todo qué fue lo que pasó, pero todos coinciden en que fue una tragedia anunciada en tiempo real. Y que por poco, no fueron dos las víctimas.

Una discusión, una decisión desesperada y un final imposible de borrar.