Conductor alcoholizado atropelló a una mujer en Capital y escapó completamente ebrio

    Una mujer de 43 años fue embestida mientras cruzaba una avenida en pleno centro de Mendoza. El conductor, con más de 3 gramos de alcohol en sangre, huyó del lugar y fue detenido minutos después en el barrio Bombal. La víctima permanece internada en grave estado.

    Provinciales18/04/2025 Expreso Mendoza

    El amanecer del viernes se tiñó de tragedia en el corazón de la Ciudad de Mendoza. Eran cerca de las 7 de la mañana cuando una mujer de 43 años fue brutalmente atropellada mientras cruzaba la intersección de las calles San Martín y Maza. Lo que podría haber sido un accidente más en una ciudad que arranca con el ritmo agitado de los días hábiles, pronto se convirtió en un caso que estremece por la irresponsabilidad y el desprecio por la vida humana.

    El auto involucrado, un Volkswagen Gol rojo, se dio a la fuga inmediatamente después del impacto. Ni siquiera frenó. El conductor escapó a toda velocidad como si nada hubiera pasado, dejando a la víctima tendida sobre el asfalto, herida de gravedad. Algunos testigos, entre ellos automovilistas y peatones que justo pasaban por allí, se acercaron a ayudar. Llamaron a emergencias y lograron que una ambulancia del Servicio Coordinado trasladara a la mujer al Hospital Central.

    En el hospital, los médicos confirmaron la gravedad del cuadro: lesiones en la cabeza, traumatismo abdominal, contusiones múltiples y hasta la marca de una rueda en el pecho. La paciente permanece internada en estado delicado.

    Mientras tanto, los agentes de Tránsito municipal y la policía ya se habían puesto en marcha. Con el relato de testigos y el apoyo del sistema de cámaras de seguridad del municipio, lograron seguir el rastro del auto fugitivo. Poco después lo encontraron en el barrio Bombal, más precisamente en las calles Serú y España. El Volkswagen tenía evidentes daños en su parte delantera.

    El conductor, un hombre mayor de edad cuya identidad aún no se oficializa, no sólo estaba desorientado: al hablar con él, los inspectores notaron enseguida que estaba completamente borracho. De hecho, cuando le realizaron el test de alcoholemia, el alcoholímetro arrojó una respuesta que no deja dudas: "supera el rango". Es decir, más de 3 gramos de alcohol por litro de sangre, una cifra seis veces superior al máximo permitido para conductores particulares en Mendoza, que es de 0,5.

    En un dato que indigna todavía más, el hombre iba acompañado por un amigo, que también estaba alcoholizado. Según testigos, este se reía de la situación y decía que era imposible que hubiesen atropellado a alguien porque "su amigo maneja muy bien".

    El vehículo fue secuestrado y trasladado a la playa de la municipalidad para realizar peritajes. El conductor, por su parte, quedó detenido por lesiones graves y abandono de persona, aunque no se descarta que se sumen nuevas imputaciones a medida que avance la investigación y se conozca el estado definitivo de la víctima.

    Este caso no es un hecho aislado. Se da en un contexto en el que Mendoza acumula, en lo que va del año, una preocupante cantidad de accidentes protagonizados por conductores alcoholizados. Hace pocas semanas, dos futbolistas de un mismo club murieron con apenas un mes de diferencia tras ser atropellados por personas en estado de ebriedad. Y el recuerdo aún fresco del joven Francisco Cruz, quien perdió la vida también a manos de un conductor borracho, encendió la bronca de una sociedad que ya no tolera más la impunidad al volante.

    Las autoridades prometen controles más estrictos, pero la sensación en la calle es que no alcanza. Cada nuevo hecho parece calcado del anterior: irresponsabilidad, alcohol, fuga, víctimas inocentes y una larga espera de justicia. Mientras tanto, una mujer lucha por su vida en una cama de hospital y una ciudad entera vuelve a preguntarse cuántas tragedias más harán falta para que se termine esta locura.

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