Mendoza en cuenta regresiva: qué se vota el 26 de octubre y cómo será el cuarto oscuro

Falta nada para la elección y en la provincia se vota con boleta única de papel y doble circuito: una urna para lo nacional y otra para lo provincial/municipal. La logística ya está en marcha y el voto informado vale oro.

Provinciales03/10/2025 Redacción

El domingo 26 de octubre será jornada completa: los mendocinos van a elegir cargos nacionales y, en paralelo, legisladores provinciales y concejales en la mayoría de los departamentos. La novedad práctica es el esquema de dos urnas con boleta única de papel, una por circuito, que ordena la mesa y acorta el escrutinio si todo fluye.

La boleta única cambia la campaña y el día D: en una sola lámina aparecen todos los partidos y el elector marca su preferencia con una cruz. Eso baja el poder del “papelito” y sube el valor del casillero. Capacitaciones a autoridades de mesa y simulacros en escuelas ya están en agenda para evitar sorpresas de último momento.

Las encuestas más recientes muestran un escenario polarizado, con ventaja para el oficialismo provincial y un bolsón de indecisos capaz de torcer bancas y concejos. No hay margen para el error: la pelea real está en fiscalización y en el metro a metro del Gran Mendoza y del Este.

En barrios y villas, la economía pesa más que cualquier slogan. El precio del transporte, la boleta de luz y la changa de la semana ordenan el voto silencioso. Quien entienda ese idioma, suma.

También se juega la letra chica: con dos urnas, conviene llegar con la mesa anotada, leer el encabezado de cada boleta y tomarse un minuto para evitar confusiones. Un error tonto puede licuar una intención de voto muy pensada.

La noche del 26 puede dar resultados provisorios más temprano que otras veces. Si la logística acompaña, el conteo será más ágil y las discusiones, menos barrosas. Aunque, se sabe, la política mendocina siempre guarda un capítulo extra.

Para el lunes, más allá de festejos, queda una tarea concreta: que lo que se prometió en campaña no se vuelva humo en 24 horas. La boleta única ordena; la gestión, también debería.

Mientras tanto, cada jornada suma un ladrillo. El edificio que se vota no se construye con gritos: se construye con datos, presencia y barrio.

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