Hallan un cadáver en Papagayos y crece la sospecha de que sería un joven desaparecido

    El hallazgo de un cadáver en avanzado estado de descomposición en una zona agreste de Papagayos despertó conmoción y abrió una investigación cargada de incógnitas. Las autoridades intentan determinar si se trata de un joven desaparecido, mientras los vecinos recuerdan la reciente presencia de un hombre desconocido en los montes.

    Provinciales25/04/2025 Expreso Mendoza

    En una tarde que parecía como cualquier otra en el pedemonte mendocino, la tranquilidad de Papagayos se quebró de golpe con una noticia tan inesperada como perturbadora: el hallazgo de un cuerpo sin vida en avanzado estado de descomposición. El escenario fue la zona del río Seco, un área agreste, sin viviendas cercanas, y de acceso complicado, donde solo los puesteros y la fauna conocen bien sus caminos.

    La alarma llegó a través de un llamado al 911. Eran casi las cinco de la tarde del miércoles cuando personal policial comenzó el lento y cuidadoso ascenso hacia el sitio. No fue sencillo: la escena estaba rodeada de barrancos, maleza tupida y un silencio espeso que parecía contener el misterio de lo que se había encontrado. Al llegar, los agentes de la Comisaría 59° y de la Unidad Investigativa Capital se toparon con un cuerpo masculino, completamente irreconocible a simple vista. Desde ese momento, todo quedó bajo la lupa judicial.

    Los vecinos del lugar, puesteros curtidos por el viento y el aislamiento, no tenían reportes concretos de personas extraviadas en la zona. Sin embargo, uno de ellos aportó un dato que podría ser decisivo: el sábado anterior, junto a otro lugareño, había visto a un hombre “extraño” caminando desorientado entre los montes. Lo observaron bajar hacia el río Seco y no volvieron a verlo. Nadie más supo de él desde entonces.

    A partir de allí, el caso pasó a manos de la fiscal de Homicidios Andrea Lazo. En el lugar también trabajaron especialistas de la Policía Científica, personal de la División Homicidios, Búsqueda de Personas, Bomberos y operadores de drones, que intentaron reconstruir el entorno y registrar cada centímetro del terreno donde fue hallado el cuerpo.

    Por ahora, la investigación avanza con cautela. Las primeras pericias no arrojaron signos evidentes de violencia, lo que no descarta ni confirma ninguna hipótesis. Lo que sí quedó claro es que los restos llevaban varios días a la intemperie, lo cual complica los análisis forenses. La clave, explicaron fuentes judiciales, estará en los resultados de la necropsia y los cotejos de ADN que ya se ordenaron. El objetivo es determinar si el cadáver corresponde a alguna de las personas cuyo paradero fue denunciado en las últimas semanas en Mendoza.

    Entre las posibilidades que baraja la Policía, toma fuerza la sospecha de que podría tratarse de un joven que desapareció recientemente de su hogar. Por respeto a los familiares, las autoridades prefieren no brindar aún más detalles. La prudencia es extrema.

    Mientras tanto, en Papagayos el clima es otro. La naturaleza sigue su curso, pero la sombra del desconcierto se cuela entre los puestos y el murmullo de los árboles. La imagen de aquel desconocido caminando solo por el monte quedó grabada en la memoria de quienes lo vieron, y ahora resuena como una advertencia o una señal que en su momento no supieron interpretar.

    Todo parece indicar que el rompecabezas podría resolverse en los próximos días, cuando la ciencia diga su parte. Entonces, quizás, se le ponga un nombre a ese cuerpo hallado en soledad. Y con ese nombre, alguien pueda empezar a cerrar una herida, o al menos a entender qué fue lo que realmente pasó allá, donde el monte guarda sus secretos más oscuros.

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