Tragedia en la Ruta 88 por un choque frontal que dejó una mujer muerta y dos heridos graves

Una vez más, la Ruta 88 entre Tupungato y Tunuyán se convirtió en escenario de una tragedia. En la mañana de este jueves feriado, un violento choque frontal terminó con la vida de Liliana Moyano, una mujer de 44 años, y dejó a otras dos personas gravemente heridas. Todo ocurrió en cuestión de segundos, pero las consecuencias marcarán para siempre a las familias involucradas.

Liliana viajaba en un Fiat Adventure junto a su hijo menor de edad y a un hombre adulto cuando, por motivos que aún se investigan, fueron embestidos de frente por un Fiat Cronos que venía en dirección contraria. El impacto fue brutal. Cuando los servicios de emergencia llegaron al lugar, no pudieron hacer nada por Liliana: ya había fallecido. Su hijo y el otro acompañante fueron trasladados con heridas de gravedad a centros asistenciales de la zona.

El dato que generó más indignación entre quienes presenciaron el accidente fue la actitud del conductor del Fiat Cronos. Se trata de un joven de 26 años que, tras el choque, abandonó su vehículo e intentó escapar corriendo por una viña cercana. Pero la policía lo interceptó a pocos metros y lo detuvo. Las sospechas que ya estaban en el aire se confirmaron más tarde: el joven habría estado alcoholizado al momento del accidente, según fuentes policiales.

El caso quedó en manos de la Comisaría 20 y del ayudante fiscal Nelson Miranda, quien comenzó con las actuaciones de rigor mientras se esperan los resultados definitivos del dosaje de alcohol. También se analizan las pericias en los vehículos, marcas de frenado y testimonios de testigos.

El dolor y la bronca se mezclan en la comunidad de Tupungato, donde Liliana era muy conocida. En redes sociales, vecinos y allegados compartieron mensajes de despedida y exigieron justicia. “No puede ser que otra vez tengamos que lamentar una muerte por culpa de un irresponsable al volante”, escribió una vecina. Las palabras, cargadas de impotencia, resumen el sentimiento de muchos.

Mientras tanto, los familiares de las víctimas esperan respuestas. Pero sobre todo, esperan que esta vez no haya impunidad. Porque no se trata solo de un accidente: se trata de una vida perdida, de otras pendiendo de un hilo y de una cadena de decisiones que, lamentablemente, tuvo un final anunciado.