“Encerrar no educa”: la Iglesia se planta contra la baja de la edad de imputabilidad

    La Conferencia Episcopal Argentina rechazó de forma tajante el proyecto que busca reducir la edad de imputabilidad de 16 a 13 años. “Poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz”, afirmaron. El obispo Braida, presidente de la Pastoral de Adicciones y Drogadependencia, advirtió que el enfoque debe ser integral y con justicia social.

    Nacionales05/05/2025 Expreso Mendoza
    WhatsApp-Image-2025-05-04-at-11.22.30

    En un contexto donde crecen las demandas de seguridad y se intensifica el debate por la baja de la edad de imputabilidad en Argentina, la Iglesia Católica alzó la voz con claridad y firmeza. A través de un extenso comunicado, la Comisión Nacional de Pastoral de Adicciones y Drogadependencia de la Conferencia Episcopal Argentina expresó su rechazo frontal a la iniciativa del Gobierno que pretende reducir la edad mínima para ser juzgado penalmente de 16 a 13 años.

    Monseñor Gustavo Braida, obispo de La Rioja y presidente de esa comisión pastoral, fue quien encabezó la postura institucional. “Poner en situación de encierro a un chico no soluciona el problema de raíz. Solo lo agrava”, declaró. Para la Iglesia, el punitivismo precoz solo perpetúa un círculo de exclusión, pobreza y violencia, especialmente en los sectores más vulnerables.

    “El problema no es la edad, sino el abandono estructural. Estos niños y adolescentes muchas veces ya han sido castigados por una sociedad que no los miró, no los escuchó, ni les dio una oportunidad”, expresó Braida. El comunicado oficial advierte que la baja de imputabilidad puede funcionar como una respuesta “aparente” al delito, pero no aborda las verdaderas causas: la falta de políticas públicas que garanticen contención familiar, educación, salud mental, y acceso al trabajo para sus entornos.

    La Iglesia plantea una mirada integral, humanista y profundamente social: apuesta por el fortalecimiento de los lazos comunitarios, la promoción de proyectos de vida dignos y el acompañamiento personalizado de jóvenes en situación de riesgo. “No queremos chicos presos, queremos chicos con futuro”, sintetiza el mensaje episcopal.

    Mientras el oficialismo busca avanzar con el nuevo Régimen Penal Juvenil, desde la Iglesia llaman a la reflexión. “La sociedad no necesita más cárceles. Necesita más escuelas, más clubes, más familias contenidas, más redes comunitarias de amor y reparación”, subrayó Braida.

    Te puede interesar
    Lo más visto