Un joven de 19 años muere tras accidente con moto robada en Godoy Cruz

El mediodía del miércoles terminó de la peor manera para Nicolás Sánchez, un joven de 19 años que perdió la vida tras protagonizar un violento accidente en Godoy Cruz. Según relataron testigos, el muchacho circulaba a bordo de una moto cuando, al llegar a una curva en la esquina de Santiago del Estero y Lope de Vega, perdió el control, impactó contra el cordón y salió despedido hacia una acequia. El golpe fue brutal.

Una ambulancia del Servicio de Emergencias Coordinado llegó al lugar a los pocos minutos. Los médicos constataron rápidamente que la situación era grave: Nicolás presentaba una fractura de cráneo y una fractura expuesta en el fémur izquierdo. Fue trasladado de urgencia al Hospital Central, donde los profesionales lucharon por estabilizarlo, pero lamentablemente murió horas después.

Mientras se trataba de entender qué había ocurrido, un detalle inquietante salió a la luz. La moto que conducía Sánchez estaba adulterada: tenía una patente correspondiente a un modelo Keller 250, pero el motor pertenecía a una Bajaj Rouser. Cuando los efectivos verificaron los números de serie, confirmaron lo que ya sospechaban: la moto tenía un pedido de secuestro vigente por hurto agravado. Había sido robada tiempo atrás.

El caso quedó en manos de la Oficina Fiscal de Godoy Cruz, que ahora intenta reconstruir los minutos previos al accidente y determinar si había más personas involucradas en la circulación de ese vehículo robado. Aunque aún no hay confirmaciones oficiales sobre cómo llegó la moto a manos del joven fallecido, el hecho reavivó el debate sobre el creciente mercado negro de motos y los riesgos que esto implica, sobre todo entre los más jóvenes.

La escena del accidente fue desoladora. Vecinos que escucharon el impacto salieron rápidamente a la calle. Algunos intentaron ayudar, otros simplemente quedaron paralizados por la imagen de Nicolás tirado en la acequia, inmóvil, mientras su moto aún humeaba a un costado del cordón. La muerte de un joven siempre deja preguntas abiertas. Esta vez, muchas de ellas apuntan al trasfondo del delito, la marginalidad y la falta de oportunidades. Pero también al destino, que decidió cobrarse una vida en un instante de vértigo y tragedia.