Persecución en Chacras de Coria termina con un vuelco, un detenido y una zona sitiada por la policía

La noche del lunes en Chacras de Coria dejó postales de una violencia urbana que ya no respeta ni zonas tradicionalmente tranquilas. Un vecino fue asaltado a punta de pistola por cuatro delincuentes que se movían en moto, le robaron su auto y, minutos después, comenzó una persecución que terminó con el vehículo volcado y un operativo cinematográfico con drones, perros rastreadores y móviles por todo el departamento de Luján.

Todo comenzó alrededor de las 21 en calle Almirante Brown. Un hombre se preparaba para cerrar su jornada cuando fue sorprendido por cuatro sujetos armados. Dos de ellos descendieron de las motos, lo encañonaron y le exigieron las llaves de su Renault Sandero. La víctima, pese al susto, reaccionó rápido y dio aviso a una patrulla de la Unidad Especial de Patrullaje (UEP) que circulaba por la zona.

La descripción del auto y sus ocupantes permitió que minutos después, personal policial divisara el rodado desplazándose por calle Álzaga. Fue allí donde comenzó la persecución. A toda velocidad, los ladrones intentaron escapar por la misma vía hasta llegar a la intersección con Besares. Pero la adrenalina, el apuro y la inexperiencia al volante se combinaron con el caos, y el conductor perdió el control. El Sandero terminó volcado a pocos metros de una parada de colectivos.

El estruendo alertó a vecinos y testigos. Vieron cómo dos ocupantes salían por sus propios medios del vehículo y se daban a la fuga en distintas direcciones: uno hacia el oeste por calle Besares, el otro hacia el este, vestido con buzo negro y pantalón azul.

Lo que siguió fue un despliegue policial de película. Se montó un cerrojo en toda la zona, con apoyo de drones (VANT), efectivos motorizados y la División Canes. Fue justamente un perro, Kuarto, el que olfateó la pista correcta: en medio de un descampado cercano, encontró a uno de los sospechosos escondido en una zanja. El sujeto intentó escapar nuevamente, pero fue reducido a los pocos metros.

Por el momento, es el único detenido. Se desconoce si fue el autor material del robo o uno de sus cómplices. El resto de la banda sigue prófuga, y las autoridades trabajan sobre las pistas obtenidas en el lugar, incluyendo huellas y grabaciones de cámaras de seguridad.

Este hecho se suma a una serie de asaltos con características similares ocurridos en el Gran Mendoza. En Las Heras, por ejemplo, un ladrón robó un auto mientras su dueño lo intentaba guardar, volcó en plena fuga y también fue detenido. La modalidad se repite: motos, armas, autos sustraídos y una violencia que se intensifica.

Mientras tanto, los vecinos de Chacras se preguntan cuánto tiempo más podrán vivir con la puerta sin llave, como era costumbre hasta no hace tanto. El robo del Sandero es un nuevo llamado de atención para un sistema que, entre operativos y detenciones, todavía no logra frenar la inseguridad creciente en los barrios residenciales de Mendoza.