Yésica Gatica fue trasladada de urgencia al Hospital Central y sigue en estado crítico

    Tras más de diez días en terapia intensiva, Yésica Gatica, la joven de 18 años atropellada por un conductor alcoholizado en General Alvear, fue trasladada en helicóptero al Hospital Central de Mendoza. Su estado es crítico y será sometida a una compleja cirugía.

    Provinciales24/04/2025 Expreso Mendoza

    Desde hace más de diez días, Yésica Gatica pelea por su vida. Tiene 18 años y desde la madrugada del domingo 13 de abril su historia cambió para siempre. Aquella mañana fue atropellada brutalmente en General Alvear por un conductor alcoholizado. Sufrió heridas gravísimas y, después de varios días de internación en San Rafael, este miércoles fue finalmente trasladada al Hospital Central de Mendoza en un operativo aéreo de urgencia.

    El viaje en helicóptero no fue un capricho, sino una necesidad. Yésica se encuentra en estado crítico por las lesiones craneales que le provocó el impacto. Los médicos del Hospital Schestakow hicieron todo lo posible para estabilizarla, pero su estado requería una intervención especializada que solo podía realizarse en el principal nosocomio de la provincia. Ahora está en una cama de terapia intensiva, rodeada de equipos de alta complejidad y profesionales que siguen minuto a minuto su evolución.

    El traslado fue una carrera contra el tiempo, una más en esta lucha desigual que comenzó con una caminata por la vera de la ruta 188. Esa madrugada, Yésica iba acompañada por un grupo de jóvenes, entre ellos Francisco Cruz, un futbolista local de apenas 23 años. Volvían caminando cuando un Ford Fiesta, manejado por Francisco Agustín Martínez —un joven de 23 años oriundo de Río Negro— los embistió a toda velocidad. Cruz murió en el acto. Otros tres resultaron heridos. Yésica fue una de las más comprometidas.

    La pericia oficial confirmó lo que ya se sospechaba: el conductor tenía 2,14 gramos de alcohol en sangre, más de cuatro veces el límite permitido. Iba completamente borracho. Fue detenido en el lugar del hecho y permanece tras las rejas. El fiscal Guillermo Parigi lo imputó por homicidio simple con dolo eventual, una figura penal que reconoce que quien maneja en esas condiciones sabe perfectamente que puede matar.

    Mientras la causa avanza en la Justicia, la atención está puesta en el Hospital Central. En el rostro joven de una chica que no hizo nada para merecer esto. Yésica hoy no habla, no camina, no sabe —todavía— que su vida pendió de un hilo por culpa de una irresponsabilidad ajena. Su familia espera, reza, se aferra a cualquier señal. Y su nombre, aunque quizás ella aún no lo sepa, se convirtió en símbolo de una tragedia que pudo evitarse. Una más entre tantas. Una que, esta vez, no puede quedar impune.

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