Petri profundiza la fractura en el radicalismo mendocino con un faltazo que agita la interna

    Luis Petri decidió no asistir al Congreso Partidario de la UCR mendocina y encendió una nueva alarma dentro de Cambia Mendoza. Su espacio denunció intentos de exclusión por parte del Comité Provincia y reclamó respeto por el 40% de apoyo que obtuvo en las PASO de 2023. La interna radical vuelve a tensar al oficialismo.

    Provinciales31/05/2025 Expreso Mendoza
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    La política mendocina volvió a tensarse este viernes con un gesto cargado de simbolismo y ruptura. El ala que responde a Luis Petri decidió ausentarse del Congreso Partidario de la UCR, argumentando que el oficialismo del Comité Provincia desoyó el mensaje de las urnas y avanzó con una propuesta que consideran excluyente.

    La decisión se comunicó mediante un mensaje que circuló por los teléfonos de numerosos dirigentes radicales, donde se advertía con claridad: “No asistiremos mañana al Congreso”. Aunque breve, el texto deja al descubierto un conflicto profundo que atraviesa al radicalismo mendocino y, por extensión, a la coalición oficialista Cambia Mendoza.

    La excusa formal del faltazo fue el desacuerdo con las condiciones impuestas para definir las listas. El sector de Petri —que en las PASO provinciales de 2023 cosechó un 40% de los votos dentro del espacio— asegura que había ofrecido alternativas para avanzar en un sistema de consenso, con el objetivo de preservar la unidad y evitar nuevas fracturas. Pero, según denuncian, desde el Comité Provincia se insistió con una postura “más restrictiva que la anterior”.

    Lo que se esconde detrás de la discusión reglamentaria es una disputa mucho más política: cómo se distribuye el poder dentro de Cambia Mendoza. Y en ese reparto, el sector petrista siente que se lo pretende dejar de lado, a pesar de haber obtenido un respaldo considerable en las primarias pasadas.

    El episodio no es aislado. Se suma a una serie de desencuentros que en los últimos tiempos han sacudido la interna del oficialismo. En febrero, el Partido Socialista abandonó la coalición por diferencias ideológicas y su rechazo al rumbo nacional que apoya el gobernador Alfredo Cornejo. También se reactivó la discusión por la continuidad de las PASO en Mendoza, con presiones por parte de sectores libertarios para eliminarlas, en abierta contradicción con la postura del Ejecutivo provincial.

    En ese contexto, la decisión de Petri de no presentarse al Congreso no es solo una falta con aviso, sino un golpe sobre la mesa que pone en jaque la idea de unidad dentro del frente. La imagen de cohesión que intenta proyectar el oficialismo se resquebraja cada vez que una de estas internas sale a la luz.

    Mientras tanto, la incertidumbre crece. ¿Podrá Cambia Mendoza encauzar sus diferencias antes del calendario electoral? ¿O la falta de consensos terminará por desdibujar una alianza que fue clave para sostener el poder en la provincia durante la última década? Las respuestas, como casi siempre en política, llegarán más temprano que tarde. Pero algo es seguro: el radicalismo mendocino ya no disimula sus fracturas. Y el silencio de unos es, muchas veces, más ruidoso que cualquier discurso.

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