Una familia en Mendoza necesitó más de $900.000 para no caer en la línea de pobreza qué se puede hacer con esa plata

    En Mendoza, una familia tipo necesita más de $900.000 al mes para mantenerse fuera de la línea de pobreza, un dato alarmante que refleja la creciente brecha entre los ingresos y el costo de vida. Con la inflación imparable y los salarios rezagados, cada vez más hogares se ven empujados a vivir al borde de la precariedad. ¿Qué significa realmente vivir con esa cifra en la provincia y qué opciones tienen aquellos que no alcanzan este umbral para no caer en la pobreza extrema?

    Provinciales14/02/2025 Expreso Mendoza
    Vivir en mendoza

    Vivir en Mendoza hoy es una prueba de resistencia, un juego perverso donde la inflación siempre va un paso adelante y el sueldo corre atrás, ahogado, pidiendo aire. Según los últimos datos, una familia tipo necesita más de $900.000 al mes para no ser pobre. Sí, casi un millón de pesos para apenas mantenerse a flote. Y la pregunta es inevitable: ¿quién en Mendoza gana eso?

    Porque hablar de $900.000 suena a mucho, pero en la práctica es nada. Hace unos años, esa cifra garantizaba una vida cómoda. Hoy apenas alcanza para pagar el alquiler, la comida y algunos servicios básicos. Si tenés hijos, sumá escuela, ropa y salud. Si usás auto, resignate a que cargar nafta sea un golpe al bolsillo. Si querés un mínimo respiro, pensalo dos veces.

    Hagamos el ejercicio. Con $900.000 en Mendoza, una familia podría:

    • Alquilar un departamento chico en la Ciudad o Godoy Cruz, pero si buscás algo más grande o en una zona mejor, preparate para pagar mucho más.
    • Hacer las compras del súper sin lujos, pero sin pasar hambre. ¿Te gusta el asado? Bueno, mejor aprendé a dosificarlo porque la carne está al precio de un artículo de lujo.
    • Pagar luz, gas, agua, internet y celular, aunque cada factura trae aumentos sorpresa que desajustan cualquier cálculo.
    • Mandar a los chicos a la escuela, incluyendo útiles, transporte y la infaltable cuota de la cooperadora.
    • Salir a comer una o dos veces al mes a un lugar normal, sin grandes pretensiones. Nada de platos gourmet ni cenas con postre.

    Y después de todo eso, no queda nada. Cero ahorro, cero margen para emergencias, cero posibilidad de cambiar el auto o pensar en una casa propia. Vacaciones, solo en los sueños.

    El problema es que esos $900.000, que el INDEC marca como la línea de pobreza, son inalcanzables para muchísimas familias mendocinas. Porque la realidad es que muchos viven con mucho menos y ahí es donde empieza la verdadera pelea: el día a día, el ajuste constante, el estirar hasta lo imposible.

    Y lo peor es que esto no tiene freno. Con la inflación desbocada, dentro de unos meses hablar de un millón de pesos será tan normal como hoy lo es hablar de $500.000. La carrera sigue y la meta se aleja. Mientras tanto, en Mendoza nos volvemos expertos en sobrevivir con lo que no alcanza.

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