San Vicente, el origen profundo de Luján de Cuyo y Godoy Cruz

    Hace 170 años, un decreto del gobernador Pedro Pascual Segura dio origen a la Villa de San Vicente, marcando el nacimiento de los actuales departamentos de Luján de Cuyo y Godoy Cruz. Hoy, esa fecha se convierte en una oportunidad para honrar la memoria, celebrar la identidad y reconocer la historia compartida que sigue latiendo en cada rincón del oeste mendocino.

    Provinciales11/05/2025 Expreso Mendoza
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    Un 11 de mayo como hoy, pero de 1855, el gobernador Pedro Pascual Segura firmaba un decreto que cambiaría para siempre la geografía y el alma de Mendoza. Con un acto administrativo —simple solo en apariencia— nacía la Villa de San Vicente, un núcleo inicial que con el tiempo daría vida a dos de los departamentos más emblemáticos y entrañables de nuestra provincia: Luján de Cuyo y Godoy Cruz.

    Han pasado 170 años desde aquel día fundacional, pero la historia sigue latiendo en cada esquina, en cada nombre de calle, en cada barrio. Porque aquí, en este territorio moldeado por el río, la montaña y el esfuerzo humano, la identidad no se olvida: se cultiva.

    Carrodilla, Chacras de Coria, Trapiche, Puente Olive… No son simples puntos en el mapa. Son postales vivas de un pasado lleno de sentido. En Carrodilla, la fe se hace presente con una patrona que reúne multitudes. En Chacras, las casonas, los viñedos y las calles de tierra aún susurran las historias de los primeros pobladores. En Godoy Cruz, el corazón urbano late con fuerza pero sin perder de vista sus raíces obreras, su espíritu cooperativo, su vocación de cultura popular.

    El decreto de 1855 fue mucho más que una división territorial: fue el punto de partida de una identidad compartida, de una historia que hermana a dos pueblos, que los vincula no sólo en el origen, sino también en sus desafíos y sueños comunes.

    Celebrar este aniversario es honrar a quienes vinieron antes, a los que forjaron con trabajo y esperanza una comunidad que hoy sigue creciendo. Es también un llamado a valorar lo que nos une: el río Mendoza que nos atraviesa, las tradiciones que no se apagan, las luchas que nos marcaron y los paisajes que siguen enamorando.

    En tiempos donde a menudo se pone el foco en lo que divide, recordar el nacimiento de San Vicente nos recuerda algo esencial: que la memoria no es pasado, sino semilla de futuro.

    Hoy, Luján de Cuyo y Godoy Cruz levantan la mirada con orgullo. Porque no hay presente que valga si no sabe de dónde viene. Y en este 11 de mayo, cada rincón —desde el viñedo hasta la plaza, desde el mural hasta la montaña— susurra lo mismo: "Aquí empezó todo".

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