La Cámpora reaviva un viejo sello y desata una feroz interna en el peronismo mendocino

    La decisión del sector que responde a Anabel Fernández Sagasti de reactivar “Unidad Popular Mendoza” sacudió al justicialismo provincial y abrió una nueva grieta interna. Referentes históricos y exlegisladores cruzaron fuertes acusaciones en medio de un escenario cada vez más fragmentado.

    Provinciales14/05/2025 Expreso Mendoza
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    Estalló la interna en el peronismo mendocino y la mecha la encendió La Cámpora. La decisión del sector que responde a la senadora nacional Anabel Fernández Sagasti de reactivar la personería jurídica del partido "Unidad Popular - Mendoza" cayó como una bomba dentro del ya golpeado justicialismo provincial, generando una ola de críticas, cruces y pases de factura que exponen, una vez más, la fragilidad del espacio de cara a las elecciones legislativas.

    El trámite fue presentado en el Juzgado Federal N°1, a cargo del juez Pablo Quirós, y rápidamente comenzó a circular en los pasillos del peronismo local la idea de que La Cámpora busca cortarse sola, competir por fuera del sello tradicional y reconfigurar su lugar en el mapa político mendocino. No tardaron en llegar las respuestas, algunas con tono moderado, otras con munición gruesa.

    Uno de los primeros en salir al cruce fue Guillermo Carmona. El exdiputado nacional, históricamente vinculado a la Corriente Nacional de la Militancia y alejado de los lineamientos camporistas, no se guardó nada. “Decirse peronista y romper con el PJ es jugar para Cornejo. Se lo dije en 2023 a los que se fueron con De Marchi, lo digo hoy a quienes amenazan con esto”, escribió en sus redes. Y agregó: “Tras los resultados del domingo no se me ocurre nada más inoportuno y funcional a Milei y Cornejo”.

    Desde el sector impulsor del nuevo sello no se quedaron callados. Lucas Ilardo, exlegislador provincial y una de las espadas políticas de Fernández Sagasti, salió al cruce con un mensaje cargado de ironía y reproches. “Ser funcional a Cornejo es desdoblar los municipios y privilegiar a un concejal por sobre los jubilados, la universidad pública y los laburantes. Hace unos años, Guillermo, nos decías que lo mejor para el peronismo era ir con Scioli y Alberto contra Cristina. Y mirá hoy dónde está cada uno. Debe significar que vamos por buen camino”, disparó.

    La discusión escaló y sumó a otros protagonistas. Bruno Ceschín, también exdiputado provincial, apuntó contra los intendentes del PJ, acusándolos de “mequindad” por desdoblar elecciones municipales. “Ya es hora de que piensen un proyecto provincial serio y dejen de defender únicamente sus quintas municipales”, reclamó.

    Aunque el trasfondo técnico es la reactivación de un viejo partido, lo que verdaderamente está en juego es el liderazgo dentro del peronismo mendocino. El movimiento camporista, herido pero activo, busca espacios de autonomía tras años de cuestionamientos internos, mientras otros sectores exigen unidad y acusan a sus dirigentes de priorizar intereses personales en detrimento del conjunto.

    En paralelo, el oficialismo provincial no pierde el tiempo. Con Alfredo Cornejo consolidado en el poder y coqueteos cada vez más visibles con La Libertad Avanza, las fisuras del peronismo parecen una oportunidad que el radicalismo observa con atención. Mientras tanto, la posibilidad de un frente unificado dentro del PJ aparece, por ahora, como un objetivo lejano y cada vez más difícil de alcanzar.

    En Mendoza, el peronismo no solo enfrenta a sus adversarios. Hoy, más que nunca, su principal rival parece estar adentro.

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