El Gobierno relanza el Servicio Militar Voluntario con foco en la educación y la salida laboral

    El Ejecutivo nacional puso en marcha una profunda reforma del Servicio Militar Voluntario que obligará a los aspirantes a aprobar un curso de admisión y, en caso de no tener el secundario completo, terminar sus estudios. La iniciativa también prevé capacitación en oficios y certificación laboral con validez nacional.

    Nacionales02/06/2025 Expreso Mendoza
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    Con la firma del presidente Javier Milei, el Gobierno nacional oficializó este lunes el nuevo régimen del Servicio Militar Voluntario, que introduce cambios de fondo con una fuerte impronta educativa y formativa. La medida quedó establecida en el Decreto 372/2025, que también lleva las rúbricas del jefe de Gabinete, Guillermo Francos, y del ministro de Defensa, Luis Petri.

    Aunque el servicio militar voluntario ya existe desde hace años, esta nueva reglamentación actualiza sus objetivos y requisitos. La apuesta ahora está puesta en transformar la experiencia dentro de las Fuerzas Armadas en una herramienta concreta de inclusión, capacitación y desarrollo personal. Una de las novedades más relevantes es que todos los aspirantes deberán aprobar un curso de admisión antes de ser incorporados formalmente. Este curso tendrá una duración de entre 10 y 12 semanas, y será diseñado por cada fuerza según sus necesidades. Solo quienes lo superen pasarán a ser dados de alta "en comisión" como Soldados Voluntarios de Segunda, por un período inicial de hasta dos años.

    Pero eso no es todo. A quienes ingresen sin haber terminado la secundaria se les exigirá que completen ese nivel educativo mientras estén en funciones. Para facilitar este objetivo, el Ministerio de Defensa elaborará un plan de estudios que deberá ser aprobado por la Secretaría de Educación. La cursada no interferirá con las tareas militares y será parte del trayecto obligatorio dentro del servicio.

    La reforma también refuerza la capacitación en oficios y habilidades técnicas. Al finalizar el servicio, los soldados recibirán una certificación oficial de competencias laborales con validez nacional, incluso si no alcanzaron a completar la secundaria. El propósito es claro: que la formación recibida durante el servicio militar tenga una aplicación directa en el mercado de trabajo, tanto para quienes opten por seguir una carrera en las Fuerzas Armadas como para quienes decidan orientarse hacia el ámbito civil.

    El nuevo régimen contempla además un esquema de renovación del vínculo militar por hasta seis años, siempre que el desempeño del soldado sea satisfactorio y muestre avances concretos en sus estudios. Por el contrario, quienes no logren terminar el secundario en ese tiempo serán dados de baja y pasarán automáticamente a la reserva.

    Quedan expresamente excluidos del programa quienes tengan antecedentes penales o hayan sido expulsados por razones disciplinarias de las fuerzas de seguridad, ya sean nacionales o provinciales.

    En los considerandos del decreto, el Gobierno señala que busca una fuerza voluntaria “altamente calificada, instruida y preparada”, no solo para tareas estrictamente militares, sino también para acciones subsidiarias como la asistencia humanitaria en catástrofes o emergencias. La intención de fondo es revalorizar el rol del soldado voluntario, no como un simple recurso operativo, sino como un ciudadano en formación integral, con herramientas reales para su vida después del uniforme.

    La medida ya comenzó a generar repercusiones tanto en el ámbito castrense como en sectores educativos y laborales, donde se destaca el valor de que el Estado apueste a un modelo de formación dual: disciplina militar y capacitación para el futuro.

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