El dipunauta irrumpió en el Congreso y encendió la resistencia contra el ajuste

    Mientras la oposición lograba el quórum para debatir proyectos clave que el Gobierno rechaza, el diputado Esteban Paulón sorprendió con una escafandra al estilo El Eternauta y un mensaje en defensa del Estado. Su aparición se volvió viral y dejó al descubierto las tensiones dentro del Congreso y el rechazo creciente al ajuste de Javier Milei.

    Nacionales04/06/2025 Expreso Mendoza
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    En un Congreso donde las tensiones están a flor de piel y el clima político se vuelve cada vez más espeso, este miércoles se vivió una escena que combinó teatralidad, simbolismo y disputa de fondo. Mientras la oposición lograba reunir el quórum necesario para debatir una serie de proyectos que el presidente Javier Milei rechaza de plano, el diputado socialista Esteban Paulón irrumpió en el recinto con una escafandra plateada al estilo de El Eternauta y un cartel que, con ironía y mensaje político, decía: “Juan, la ciencia, las universidades, el Garrahan y los feminismos funcionan”.

    La frase, tomada de la serie de Netflix basada en la emblemática historieta argentina, fue un gesto cargado de crítica hacia las políticas de ajuste del Gobierno nacional. Paulón, que se autodenominó “el dipunauta”, captó la atención de todos en el recinto y, en cuestión de minutos, también de las redes sociales, donde su intervención se viralizó con rapidez.

    Más allá del impacto visual y simbólico, la jornada tuvo un trasfondo político clave. Contra los deseos del oficialismo, se alcanzó el número necesario para tratar temas que incomodan al Ejecutivo: la actualización de los haberes jubilatorios, el financiamiento del hospital Garrahan, la derogación de la moratoria previsional y la emergencia por las inundaciones en Buenos Aires.

    Desde el Gobierno ya habían advertido que cualquier proyecto que implique mayor gasto será vetado sin miramientos. Sin embargo, la oposición decidió avanzar igual, dejando en evidencia la fragilidad de una alianza oficialista que, aunque sigue contando con apoyos, ya no impone su voluntad con la misma facilidad.

    Llamó la atención la ausencia de los bloques alineados con la Casa Rosada. La Libertad Avanza, el PRO y buena parte del radicalismo optaron por no dar quórum. No obstante, hubo excepciones dentro de la UCR. Los diputados Fabio Quetglas, Natalia Sarapura, Mario Barletta y el mendocino Julio Cobos se desmarcaron de la postura de su bancada y se sentaron en sus bancas, permitiendo que el debate se abriera. Un gesto que no pasó desapercibido y que refleja las tensiones internas dentro de los espacios opositores.

    En ese contexto, la irrupción de Paulón no fue sólo una puesta en escena. Fue también una respuesta a la idea de que el Estado debe achicarse al mínimo, incluso si eso implica dejar sin recursos a hospitales, universidades o instituciones científicas. “Lo viejo funciona”, rezaba el guiño a El Eternauta. Lo viejo, en este caso, es el entramado público que todavía sostiene buena parte de la vida cotidiana de millones de argentinos.

    Para algunos fue una payasada. Para otros, una intervención necesaria en un momento en que los discursos disruptivos intentan vaciar de contenido la política. Pero lo cierto es que, en un Congreso partido, donde el equilibrio de fuerzas se redefine sesión a sesión, cada gesto cuenta. Incluso uno con casco, pancarta y una referencia a una historieta que supo narrar la resistencia en tiempos oscuros.

    El “dipunauta” dejó su huella. Lo que vendrá, como siempre, dependerá de cuánto ruido hagan las leyes… y cuánto aguante tengan las instituciones frente a la motosierra.

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