El tortugo Jorge asombra al mundo tras llegar a Brasil luego de 40 años en cautiverio

Después de pasar más de cuatro décadas en un acuario de Mendoza, el tortugo Jorge fue liberado al mar y ya recorrió más de 800 kilómetros. Actualmente se encuentra nadando en aguas de Brasil, sorprendiendo a los especialistas por su adaptación ejemplar al océano.

Mundo30/04/2025 Expreso Mendoza

Después de pasar más de 40 años en cautiverio, el tortugo Jorge está escribiendo su propia epopeya marina. Liberado al mar abierto hace pocos meses, este ejemplar de tortuga cabezona (Caretta caretta) no deja de sorprender a los especialistas por su increíble capacidad de adaptación a un entorno que no conocía desde su juventud. Ya recorrió más de 800 kilómetros y actualmente nada libremente en aguas de Brasil, cada vez más cerca de la región donde habita naturalmente su especie.

Su historia comienza en el ex Acuario Municipal de Mendoza, donde vivió desde 1984. Durante décadas fue una figura entrañable para los visitantes del lugar, pero al mismo tiempo, su vida transcurría lejos del mar que debía haber sido su hogar. En 2022, su destino cambió cuando fue trasladado al Centro de Rehabilitación de Fauna Marina Aquarium (CRFMA), en Mar del Plata. Allí comenzó un proceso delicado de readaptación, supervisado por biólogos y veterinarios que lo prepararon para lo que parecía un desafío mayúsculo: regresar al océano.

El camino no fue fácil. Jorge tenía que fortalecer su musculatura, aprender a orientarse, cazar y alimentarse por sí mismo. En un entorno controlado pero cada vez más natural, fue progresando a pasos firmes. Sus cuidadores notaban mejorías constantes: empezó a moverse con soltura, a reaccionar con rapidez a estímulos externos y a mostrar signos claros de bienestar. Su peso aumentó, su fuerza también, y las evaluaciones clínicas fueron alentadoras.

La liberación, finalmente, se concretó, y el monitoreo satelital confirmó lo que todos esperaban con ansias: Jorge no solo estaba vivo, sino que nadaba con rumbo firme. Cruzó el Río de la Plata sin problemas y se internó en las aguas del Atlántico con dirección norte. Su travesía ya supera los 800 kilómetros, y los informes más recientes lo ubican frente a las costas de Brasil.

Para los expertos, su evolución es ejemplar. Jorge demuestra que, con preparación adecuada y acompañamiento técnico, incluso animales que han pasado la mayor parte de su vida en cautiverio pueden readaptarse a su hábitat natural. Su caso fue presentado en jornadas científicas y es seguido de cerca por comunidades de biólogos marinos en todo el continente.

Mientras Jorge avanza en el océano, su historia se vuelve símbolo de esperanza. Es un recordatorio de que la vida, incluso después de décadas de encierro, puede encontrar su camino de vuelta a la libertad. Y en cada brazada hacia el norte, Jorge parece decirnos que nunca es tarde para volver a casa.

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