Una nueva oportunidad para María Becerra

Después de atravesar momentos de profunda angustia, María Becerra vuelve a sonreír. La cantante de 25 años recibió el alta médica tras haber sufrido un nuevo embarazo ectópico, una situación crítica que la llevó a estar internada en terapia intensiva, luchando literalmente por su vida.

Todo ocurrió esta semana, cuando Becerra comenzó a sentirse mal y fue trasladada de urgencia a la Clínica Zabala, en el barrio de Belgrano. Los médicos detectaron rápidamente un cuadro de shock hipovolémico: una hemorragia interna severa, producto de la implantación del embarazo fuera del útero, que ponía en riesgo su vida. La cirugía fue inmediata y delicada. Durante varios días permaneció en terapia intensiva, bajo asistencia respiratoria y recibiendo transfusiones de sangre.

No era la primera vez que enfrentaba algo así. En septiembre de 2024, ya había vivido un episodio similar, aunque esta vez la gravedad fue mayor. La historia volvió a repetirse, pero también lo hizo su fuerza.

Este sábado, finalmente, María volvió a su hogar. Y quiso compartirlo con sus seguidores a través de un mensaje cargado de emoción. “Volviendo a casa con el amor de mi vida. No alcanzan las palabras para agradecerte por haberme salvado la vida, por cuidarme como lo hiciste todos estos días. Ahora solo queda seguir sanando y rodearnos de amor. Gracias mi Dios que me diste una segunda oportunidad de vida”, escribió junto a una imagen que refleja su alivio y su gratitud.

El “amor de su vida” al que se refiere es Julián Reininger, más conocido como J Rei, su pareja, quien fue fundamental en este difícil momento. Según trascendió, fue él quien notó la gravedad de los síntomas y no dudó en llevarla al hospital, un gesto que resultó clave para que todo no pasara a mayores.

María también agradeció el cariño de sus fans, aunque advirtió que necesita tomarse un tiempo para ella. “Gracias a todos por esos mensajes llenos de amor y empatía. Voy a dejar toda comunicación en manos de mi equipo. Lo único que quiero hacer ahora es descansar, procesar, llorar todo lo que me queda por llorar”, confesó.

Por ahora, la artista suspendió toda actividad profesional. El único objetivo es su recuperación física y emocional. Rodeada de su familia, de su pareja y del afecto incondicional de quienes la siguen, María enfrenta esta segunda oportunidad como una bendición.

Conmovida, resiliente, humana. Así vuelve María Becerra. Y así nos recuerda que, aun en los peores momentos, siempre hay lugar para la esperanza.