Una escena perturbadora en la Terminal: detienen a un hombre que habría intentado "comprar" a una niña

Ocurrió en la Terminal de Ómnibus de Mendoza y generó estupor. Una mujer, que esperaba un colectivo junto a su hija menor de edad y su hermana, vivió una situación insólita y alarmante: un hombre se acercó a ella en dos oportunidades y, sin ningún tipo de pudor, le preguntó si estaba dispuesta a venderle a su hija. La escena, por absurda y terrible que parezca, fue denunciada formalmente y derivó en la intervención de fuerzas federales.

La madre, desconcertada, rechazó de inmediato el supuesto ofrecimiento y el hombre se alejó. Sin embargo, su hermana logró tomarle una fotografía. Con ese registro y el recuerdo del rostro del sospechoso, la mujer se dirigió a una comisaría para dejar asentado lo sucedido. El caso cayó bajo la órbita de la Justicia Federal, dado que podría encuadrarse dentro de un delito gravísimo: tentativa de trata de personas.

Desde ese momento, intervino el Equipo Antitrata de la Unidad de Investigaciones de Delitos Complejos y Procedimientos Judiciales de Gendarmería Nacional. Comenzaron a revisar cámaras de seguridad de la terminal, hicieron patrullajes encubiertos y recolectaron testimonios. El operativo duró varios días y finalmente dio resultados.

Un hombre cuyas características físicas coincidían con las del sujeto fotografiado fue localizado en las inmediaciones. La aprehensión se hizo frente a testigos, y luego de corroborar ciertos datos, se lo identificó formalmente. El auxiliar fiscal a cargo del expediente ordenó que se labraran actuaciones preliminares y, como no tenía antecedentes ni impedimentos legales, el hombre recuperó la libertad, aunque quedó supeditado a la causa.

Si bien aún se está investigando qué motivó semejante comportamiento, el hecho en sí generó profunda inquietud. Las autoridades insisten en que es clave que la ciudadanía denuncie cualquier actitud sospechosa, y recordaron que en la provincia existen equipos especializados que trabajan en prevenir y sancionar la trata de personas, un delito muchas veces silencioso, pero siempre devastador.

Este episodio, aunque aún debe esclarecerse en detalle, pone en foco la vulnerabilidad que puede haber en espacios públicos tan transitados como una terminal. La Justicia ahora tendrá la tarea de determinar si se trató de una broma macabra, de un intento real de cometer un delito o de una persona con problemas psiquiátricos. Lo cierto es que una madre se sintió amenazada y, afortunadamente, tuvo el coraje de denunciar.

Foto gentileza de MendozaPost