La elección en Misiones sacude el mapa político con baja participación y sorpresas inesperadas

    El oficialismo renovador retuvo el control de la Legislatura pese al fuerte ausentismo. La Libertad Avanza se consolidó como segunda fuerza y un candidato preso sorprendió al quedarse con el tercer lugar. Los partidos tradicionales sufrieron un duro revés y el peronismo quedó prácticamente fuera del radar electoral.

    Nacionales09/06/2025 Expreso Mendoza
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    Las elecciones legislativas celebradas este domingo en Misiones dejaron un mapa político tan revelador como inquietante. Con apenas la mitad del padrón concurriendo a las urnas, el dato más fuerte no surgió de los resultados sino de la apatía generalizada: la participación fue la más baja en años, incluso por debajo de los registros en plena pandemia. La política, parece, va perdiendo centralidad en la vida cotidiana de los misioneros.

    Aun así, el oficialismo logró su objetivo. El Frente Renovador de la Concordia, que gobierna la provincia desde hace más de dos décadas, volvió a imponerse. Carlos Rovira, el histórico conductor del espacio, pudo celebrar una victoria ajustada pero suficiente como para retener el control de la Legislatura. De los 20 escaños en juego, se quedaría con al menos 6 o 7, que sumados a los que ya tiene, le garantizan quórum propio. El gobernador Hugo Passalacqua agradeció el respaldo y habló de un "proyecto misionerista consolidado".

    La sorpresa llegó por el lado de La Libertad Avanza, que con el ex tenista Diego Hartfield como candidato logró un segundo lugar resonante. Se trata de la primera elección legislativa provincial en la que compite con sello propio y ya se ubicó como segunda fuerza. Hartfield, que hizo campaña con la consigna “Hartfield es Milei”, capitalizó el voto libertario sin necesidad de colores ni grandes aparatos: en Misiones las boletas son blanco y negro, y aun así la marca del Presidente funcionó como un faro para el electorado. La performance del espacio fue tan buena que en los próximos días se espera un aluvión de dirigentes que buscarán subirse al tren violeta. Desde el partido ya aclararon que sólo aceptarán nuevos actores “si se afilian y arrancan desde el último lugar de la fila”.

    Pero hubo un resultado que impactó más allá de la política: el ex policía Ramón Amarilla, detenido desde 2024 por encabezar una protesta armada contra el gobierno provincial, logró desde la cárcel cerca del 20% de los votos. Hizo campaña con videos grabados en prisión y lideró la lista de “Por la vida y los valores”, un armado encabezado desde afuera por Miguel Núñez, ex referente del PRO. No sólo quedó tercero: incluso ganó en la localidad donde está la Unidad Penal en la que permanece alojado. Ahora el Tribunal Electoral deberá resolver si le otorga la banca.

    El cuarto puesto fue para Héctor “Cacho” Bárbaro, histórico dirigente rural, que con su Partido Agrario y Social sumó apoyo en zonas productivas del interior y aspira a quedarse con al menos una banca.

    En el otro extremo, los grandes perdedores fueron los partidos tradicionales. Martín Arjol, que intentó reconvertirse en una versión libertaria de sí mismo, no logró retener el apoyo que había cosechado en 2021 y 2023. Su intento de mimetizarse con la ola mileísta terminó en el quinto lugar, detrás incluso de un candidato preso. Peor les fue a las estructuras oficiales de la UCR, el PRO y la Coalición Cívica, que en alianza como “Unidos por el Futuro” obtuvieron un resultado tan pobre que apenas lograron retener alguna representación residual.

    El peronismo, directamente, desapareció del mapa. Intervenido por decisión de Cristina Kirchner, no logró presentar una lista propia y terminó diluido en una alianza menor que apenas arañó el 1%. Ni siquiera figuró como categoría destacada en el recuento oficial.

    Los resultados en Misiones reafirman varias tendencias que empiezan a ser recurrentes en el país: baja participación, supremacía de oficialismos provinciales consolidados, crecimiento sostenido del espacio libertario y un colapso de los partidos tradicionales. El caso Amarilla, por su parte, abre una incógnita institucional: ¿puede un preso preventivo asumir una banca legislativa?

    En un contexto de polarización nacional y recambio constante, Misiones deja una postal clara: las estructuras envejecen, los márgenes se ensanchan y los votantes, cada vez más desconectados, se refugian en alternativas disruptivas o directamente se quedan en casa.

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