Autopsias revelan el horror en Villa Crespo: madre asesina a su familia antes de suicidarse

    Una mujer bajo tratamiento psiquiátrico asesinó a su esposo y a sus dos hijos en un departamento de Villa Crespo, antes de quitarse la vida. Las autopsias y la carta encontrada en la escena revelan un cuadro de profundo sufrimiento que dejó a toda la comunidad en shock.

    Nacionales22/05/2025 Expreso Mendoza
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    En el tranquilo barrio porteño de Villa Crespo, una tragedia familiar estremeció a toda la comunidad. La madrugada del 21 de mayo quedó marcada para siempre por el hallazgo de cuatro cuerpos sin vida en un departamento de la calle Aguirre al 295. La familia Seltzer Leguizamón, compuesta por Bernardo Adrián Seltzer, su esposa Laura Fernanda Leguizamón y sus dos hijos adolescentes, Ian e Ivo, se convirtió en protagonista de un hecho que todavía genera dolor y preguntas sin respuesta.

    Las autopsias realizadas a los cuerpos revelaron detalles escalofriantes. Laura Leguizamón, quien había estado bajo tratamiento psiquiátrico durante meses, fue confirmada como la autora de los asesinatos. Según la investigación, primero mató a su marido mientras dormía, quien presentaba tres puñaladas. Luego se dirigió a la habitación donde dormían sus hijos en camas cuchetas; uno de ellos intentó escapar, fue alcanzado en el comedor y rematado, mientras que el otro hijo fue asesinado en el pasillo al intentar correr hacia la pieza. Ambos adolescentes presentaban múltiples heridas punzantes, entre 10 y 12 cada uno, muchas de ellas defensivas, que dan cuenta de la desesperada resistencia.

    El hallazgo de Laura fue igualmente dramático. Tenía una herida profunda en el pecho y lesiones autoinfligidas en las muñecas, junto con una uña clavada en el cuello, posiblemente de uno de sus hijos, y restos de pelos en las manos. Se estableció que, tras cometer los crímenes, se acostó junto al cuerpo de su esposo, se causó las heridas mortales y finalmente murió en el baño tras arrastrarse.

    Dentro de la vivienda se encontraron medicamentos indicativos del tratamiento que recibía Laura: sertralina, olanzapina y midazolam. Sin embargo, no se había detectado una alarma clara que permitiera prever esta tragedia.

    Además, en la escena se encontró una carta escrita por Laura, con manchas de sangre y una letra incoherente que mezclaba imprenta y cursiva. En ella, se leía una frase breve pero inquietante: “Todo mal fue mucho. Los amo. Mal, perverso”. Este mensaje ha dejado a familiares, vecinos y a la justicia intentando entender el estado emocional y mental de la mujer en sus últimos momentos.

    La comunidad de Villa Crespo sigue conmocionada. Nadie sospechaba que detrás de esta familia aparentemente tranquila se escondía un drama tan profundo. No existían denuncias previas ni antecedentes visibles de violencia o problemas graves que alertaran sobre la posibilidad de un desenlace tan trágico.

    Mientras las investigaciones continúan, este caso abre una dura reflexión sobre la importancia de la salud mental y la necesidad de prestar atención a los signos que, a veces, pasan inadvertidos. La historia de esta familia es un llamado a la sociedad para que se fortalezcan los mecanismos de prevención y apoyo a quienes atraviesan crisis emocionales profundas, en un intento de evitar que situaciones así vuelvan a repetirse.

    La masacre de Villa Crespo no solo dejó un vacío irreparable, sino también un recuerdo doloroso sobre lo frágil que puede ser la vida cuando el sufrimiento invisible no encuentra ayuda a tiempo.

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